Budín de Pan
Podemos usar una budinera, una flanera (savarín) o una plaquita para horno. Vamos a usar una sartén al que le agregamos de 500 gramos a 1 kilo de azúcar en dos tandas. Para hacerlo más fácil, vamos a dejar que se haga solo tocándolo lo menos posible, llevando el caramelo de los bordes al centro o viceversa, dependiendo del fuego. La idea es que una vez que se hizo la primer parte del caramelo agreguemos la segunda parte de azúcar, aunque si nos animamos podemos hacerlo todo de una. Vamos a cocinarlo hasta que tome un color dorado claro, el color real lo podemos verificar mojando un pedacito de papel. Una vez que lo tenemos, lo volcamos en el molde que hayamos elegido, forramos todas las caras y dejamos que se enfríe a temperatura ambiente.
Mientras que tenemos el azúcar en el fuego arrancamos el budín. Por costumbre siempre fue una receta para utilizar el pan viejo que sobraba, aunque también podemos usar facturas y dependiendo del fanatismo podemos hacerlo de pan lactal. Vamos a usar unos 500 gramos de pan, que pondremos a remojar con 1 litro de leche tibia hasta que se ablande bien. A algunos les gusta el pan desecho y a otros con pedacitos.
Mientras, en un bol mezclamos 6 huevos, 250 gramos de azúcar, esencia de vainilla y la ralladura de un limón. Mezclamos todo y unimos al pan, batimos y acá se abre otro abanico de opciones: está el que prefiere con nueces o sin ellas. Si las usamos, unos 100 gramos está bien. Al que le gusta con pasas, unos 100 gramos remojadas en algún licor le quedan muy bien, o una mezcla de ambos o frutas secas o chips de chocolate.
Mezclamos todo , llevamos al molde y cocinamos en horno a baño maría durante una hora aproximadamente, hasta que los huevos coagulen. Luego sacamos del horno, dejamos enfriar y desmoldamos.
En mi familia, a media cocción se le agrega un merengue simple sobre la superficie para que quede semi caramelizado.
