El fallecimiento en la mañana de este lunes de Juan Betros, la tercera víctima vial en lo que va del 2018, dejó al descubierto el caótico tránsito juninense, que pese a las promesas y a la Emergencia Vial en que se encuentra el distrito, los accidentes no cesan.
El objetivo de la emergencia vial, que estará vigente hasta el 30 de junio, es la de reacomodar la política de seguridad vial vigente, a fin de implementar un plan de acción destinado a reducir la cantidad y la gravedad de los siniestros de tránsito ocurridos en la ciudad, que busque garantizar el ejercicio del derecho a circulación en condiciones que aseguren la integridad de las personas que transiten por la vía pública.
Sin embargo, a siete meses de aprobada la emergencia, el fracaso de la gestión del intendente Pablo Petrecca en materia de tránsito quedó al descubierto. Pese a la amplitud de acciones que se podrían implementar con la Emergencia, los resultados no se ven. Al momento, sólo se conoce que gracias a esa normativa el municipio pudo adquirir los nuevos carteles nomencladores en la ciudad, con un costo total de $ 8.946.600,01, y en forma directa.
Desmanteamiento de la Agencia Municipal de Seguridad Vial
La fiel expresión de la caótica situación es el estado en el que se encuentra la Agencia Municipal de Seguridad Vial, que cambió de manos semanas atrás, quedando al frente Martín Oca, quien debutó en el cargo con la muerte de Paula Aguilar.
En una nota publicada por este medio a mediados de enero (ver nota), se advertía respecto al desmantelamiento de la Agencia. A ese día, de las once motos que dispone el área, sólo funcionan cuatro, y el único vehículo disponible es una Kangoo. La camioneta destinada a radar había quedado retenida en FIAT porque debía un service, la grúa está rota y hace falta más personal.
De hecho, Oca reconoció días atrás en una reunión con vecinos de la zona de quintas a la vera del camino al Parque Natural, que le falta personal al área y que en el horario de la madrugada es donde más se lo necesita.