Las dimensiones de la cancha, el público en contra y otras yerbas fueron apenas un detalle en contra de Sarmiento en la tarde del domingo en el Lorenzo Arandilla. Además de ese contexto, El Verde debió luchar contra una pésima actuación del árbitro Pablo Echavarría que tomó decisiones o evitó tomarlas que perjudicaron directamente al equipo de Iván Delfino, aunque también hubo alguna en sentido contrario.
En el primer tiempo el que sintió la injusticia fue Lucas Passerini, quien dentro del área y con la pelota delante fue embestido desde atrás por Abel Masuero. El árbitro, con buena ubicación, no cobró nada. El delantero, acostumbrado a recibir de espaldas al arco debe soportar una y otra vez los empujones pero no solo Echavarría mira para otro lado, en la categoría son pocos los jueces que cobran ese tipo de faltas y los atacantes ya lo toman como un escollo más que tienen que superar.
En el segundo tiempo hubo otras, por lo menos, tres acciones evidentes que el juez vio y no cobró o decidió mal. Una dura entrada de Guillermo Farré a Lautaro Mesa (salió lesionado) debió ser penalizada con roja, pero el árbitro, al lado, solo sacó amarilla. Luego Ignacio Cacheiro había superado a Alberto Stegman por la derecha y se disponía a desbordar para enviar el centro, sin embargo Martín Minadevino lo sujetó del hombro, desde atrás y frenó la carrera del delantero que asombrado miró cómo Echavarría le decía “no pasó nada”. Y una de las últimas rozo lo grotesco: el propio juninense enganchó de derecha a izquierda, superó a Matías Cortave, pero el defensor comenzó a empujarlo con los brazos separados del cuerpo hasta tumbarlo dentro del área, sin embargo el señor Pablo Echavarría de frente y a cinco metros no cobró nada. La acción llamó la atención a todos porque se pareció más a una jugada de otro deporte y además por la contextura física del central, ampliamente mayor a Nacho.
Estas solo son algunas de las jugadas, principales, en las que Echavarría no estuvo a la altura de un partido donde se disputaba el pase a la final de la segunda categoría del fútbol argentino.
