Es miércoles por la mañana en el Barrio de Las Morochas y parece un miércoles más de tantos; sin embargo no es un miércoles más para Matías Huarte, que termina de dirigir su primer entrenamiento como técnico de Argentino de Junín. El juninense tiene sensaciones encontradas, ya que se fue un compañero de trabajo pero tiene gran posibilidad de dirigir en su casa, en el club que se formó. "La comisión se puso en contacto conmigo para que me haga cargo del equipo y ver la posibilidad de la continuidad porque tenemos el receso de la ventana FIBA para poder trabajar, ellos me dieron el respaldo para continuar, así que a acá estamos, poniéndole el pecho a las balas en una situación difícil porque se fue un compañero y una gran persona que se ha brindado para conmingo de la mejor manera. Ahora me toca tomar el cargo y estar a disposición para lo que me necesite la comisión y los jugadores".
-Cuando llega un entrenador nuevo tiene que hacer un diagnóstico de la situación, vos ya estabas adentro, ¿Cómo se revierte este momento?
-Con Daniel ya había hablado de algunos cambios que me hubiese gustado hacer, así que de a poco vamos a tratar de meter la impronta de uno, que los jugadores se sientan cómodos adentro de la cancha para poder ganar y obtener el objetivo principal del club que es mantener la categoría.
-Cuando hablás de impronta, ¿A qué te referís? ¿Cuál es el estilo que querés imponer?
-Cuando hablamos con los jugadores dijimos de bajar los 94 puntos de promedio que tenemos en contra por juego y para eso hay que defender más duro, hay que defender la localía y después tratar que el juego ofensivo sea más dinámico, con más pases y opciones de gol.
-Apenas comenzás y sumaste una complicación con la salida de Wiggins
-Así es, Germán (Lambrisca) y Marcelo (Velazco) me confirmaron que ya está desvinculado del plantel. Pero ya no hay que mirar para atrás, hay que ir mejorando día a día tratando desde estos dos partidos (Olímpico y Boca) que queden los triunfos acá y utilizar la ventana FIBA para trabajar.
