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| 01/09/2019

Movilidad urbana sostenible

Por Fidel Sánchez

Cuando en el 2011 se aprobó en España la Ley para una Economía Sostenible que alentó a las administraciones locales a crear un Plan de Movilidad urbana Sostenible (PMUS), los objetivos de estos planes fueron no solamente reducir la congestión urbana y la contaminación, sino también alentar a los ciudadanos a cambiar sus hábitos para que fueran menos dependientes de sus automóviles y más activos en sus viajes diarios ¿Pero hasta qué punto se ha conseguido esto?

Para responder a esta cuestión, un equipo de investigadores del Centro de Investigaciones del Transporte (TRANSYT) de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) ha realizado una evaluación del contexto español en cuanto al desarrollo y la evolución de los PMUS hasta el año 2017 y de los esfuerzos invertidos para lograr una movilidad más sostenible en España. El estudio concluye que estos planes deben abordar estrategias más holísticas que consideren no solamente la movilidad, sino también la calidad de vida de los ciudadanos.

El estudio concluye que no deben abordarse únicamente medidas centradas en el transporte, sino también en la planificación de la forma y el diseño de la ciudad. Para llevar a cabo el estudio, los investigadores analizaron los PMUS de 38 municipios pertenecientes  la Red Española de Ciudades Inteligentes (RECI) en la fecha del estudio. La investigación consta de dos bloques , en primer lugar se realizó un análisis de la situación de partida de la movilidad de cada municipio, según el documento de diagnóstico incluido en la mayoría de los PMUS.

En este análisis se evaluó el nivel de detalle y la exactitud del diagnóstico inicial, además de la participación pública durante su redacción. En un segundo bloque se analizó cada uno de los PMUS considerando los indicadores de las 16 categorías definidas en la Guía Práctica para el desarrollo e implementación de un PMUS del Instituto para la Diversificación y ahorro de la Energía (IDEA). También se tuvieron en cuenta otros aspectos como el cronograma, la inclusión de un plan de seguimiento o detalles del presupuesto.

Los resultados se han publicado en la revista Transport Policy por una parte, la movilidad peatonal y ciclista se considera en prácticamente todos los planes y, aunque su puntuación media elevada, algunas propuestas incluidas no son realistas con el modelo de ciudad.

El estudio concluye que no deben abordarse únicamente medidas centradas en el transporte, sino también en la planificación de la forma y diseño de la ciudad. Sobre transporte público, a pesar de la diversidad de modelos de unas ciudades a otras, una gran mayoría (95%) proponen una reestructuración de las líneas de autobuses existentes. En cuanto a la jerarquía viaria, las medidas se centran en proyectos de diseño del espacio público, también relacionados con accesibilidad y seguridad vial (aunque estas se incluyen en categoría aparte).

En relación al automóvil privado, en ningún caso se aborda la gran dependencia del mismo. Solamente se plantea la creación de nuevos estacionamientos para resolver el problema de estacionamiento en la vía pública. Por otro lado, la movilidad eléctrica necesita, previamente una infraestructura actualmente insuficiente y los sistemas de vehículos compartidos no eran una práctica común en el momento en que se realizó el estudio.

Solo el 10% de los planes analizados incluyen un programa de seguimiento e indicadores para analizar el resultado de su implementación. La distribución de mercancías, la intermodalidad y la normativa referente a la movilidad urbana son apartados que normalmente tienen poco desarrollo y comprenden iniciativas muy genéricas.

Respecto a la contaminación atmosférica, a pesar de ser uno de los principales objetivos de los PMUS, no se aborda más allá de la inclusión de zonas verdes en el espacio público. En relación a la participación ciudadana, se suele quedar en acciones teóricas que no se suelen llevar a cabo. 

Poir último, solamente el 10% de los planes analizados incluyen un programa de seguimiento e indicadores para análisis y la evaluación del resultado de la implementación. Las sugerencias de los investigadores, una vez finalizado el estudio, señalan que los PMUS deben abordar estrategias más holísticas que consideren no solo la movilidad, sino también la calidad de vida de los ciudadanos, los impactos a corto y largo plazo, los grupos afectados y la cultura social donde se aplica cada medida. En definitiva concluyen, no deben abordarse únicamente medidas centradas en el transporte, sino también en la planificación de la forma y el diseño de la ciudad.

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Arquitecto. Especialista en Impacto Ambiental en Carreteras. Desempeñó su actividad profesional en Vialidad Provincial. Facultad de Ingeniería, Universidad Nacional de Rosario.