El domingo pasado cuando Las Gigantes cayeron ante Canadá en la final de la AmeriCup (ya habían logrado el pasaporte al Mundial de España 2018) luego de luchar hasta el final, en una remontada que tuvo bastante que ver el coraje, el talento y la desfachatez de Macarena Rosset, muchos se quedaron con la gran actuación de la basquetbolista juninense; no solo en ese juego sino a lo largo del certamen, siendo parte importante de un equipo que acabó consiguiendo el objetivo planteado. Ese desempeño y el que viene llevando a lo largo de los años con la celeste y blanca y con su gran carrera fuera del país motivó esta nota que tiene como fin poner de relieve lo que esta juninense de 26 años está logrando para el básquet de la ciudad, si es que puede ser aprovechado.
Quienes hablan de Macarena son Sandra Ibarra, actual entrenadora del básquet femenino del Club Junín que puso la “semilla” generándole las conexiones y motivándola para que pueda iniciar su carrera en Capital; Eduardo Jápez, entrenador con una vasta experiencia en el básquet de selecciones y actual técnico de Argentino de Junín en la Liga Nacional; Matías Huarte, asistente de Chiche y uno de los primeros formadores que tuvo Maqui, en el Club Junín; Juan Cangelosi, capitán del Turco y referente de básquet juninense y Silvia Nigro, una mujer íntimamente ligada a Macarena y con una gran experiencia en el básquet femenino (actual responsable, junto a su padre Coco, del deporte en Argentino).
Sandra Ibarra
“Un día recibo un llamado de Eduardo Pinto (exentrenador del seleccionado argentino femenino de básquet), diciéndome que se había ido a dirigir a Sunderland y quería saber si en Junín había alguna jugadora con condiciones porque en ese momento el básquet acá no era federado. Yo hasta ese momento no había tenido relación con Macarena, solo había visto jugar algunos partidos y me pareció interesante porque manejaba las dos manos, tenía una altura importante y unas condiciones físicas diferentes al resto. Después de eso me entero que ella jugaba en la selección de vóley y ahí me cerró todo porque saltaba de una forma increíble. Así que le dije a Pinto que había una chica que era un diamante en bruto: “lo único que le falta es que vos la entrenes y potenciarla”. Llamé a la casa, hablé con Miriam (la mamá), que había sido jugadora de vóley, y le conté lo que pasaba, que había una posibilidad para que Macarena vaya a jugar a Capital y cuando me escuchó no entendía mucho pero de a poco lo fue procesando, después fuimos con mi marido Guillermo (Tamburini) a explicarles mejor hasta que nos dijeron: ‘la nena va a probar’. Entonces desde ese momento nos fuimos al club Nueve de Julio con Macarena a hacer un entrenamiento personalizado para darle un poco más de fundamentos y explicarle lo que era el básquet de Capital, porque se iba a encontrar con chicas de la edad de ella que jugaban hace ocho años. Y ahí empezó el sacrificio de los padres, Memo y Miriam, que la llevaban los fines de semana y se quedaban de viernes a domingo. Ese fue el inicio pero uno ve todo lo que se ha ganado en base al esfuerzo, los entrenamientos, la constancia hoy se ve reflejado en la carrera que está haciendo”.
-¿Y qué te produce verla en este tipo de instancias y con la carrera que está haciendo fuera del país?
-La verdad es que es una emoción enorme. Se lo dije a ella y a la mamá, ver cómo creció basquetbolisticamente para mí es un orgullo y un ejemplo de que todo en la vida si uno lo busca se puede dar. Ese es el resumen de Macarena. Hoy se ha convertido en un ejemplo para todas las chicas que juegan al básquet que ella entrenando y siendo profesional llegó. Yo dirijo un equipo en el Club Junín y vimos los partidos. El domingo, después de la final, sabíamos que el lunes la cancha estaba disponible y dijimos “vamos a entrenar”, y todas estaban motivadas porque si hay algo que tiene esta selección es que nos identifica.
Matías Huarte
A Maqui la tuvimos en el mini básquet con Mariano Bosa y Mario Andrade en el Club Junín, en todo lo que es inferiores. Ahí ya se veía que le encantaba el deporte, amaba entrenar y ya ahí marcaba la diferencia en su categoría y superiores también. Creo que hoy está donde está por su sacrificio y sus condiciones naturales. Es una deportista de elite como lo viene demostrando día a día, por eso está en la selección, va a jugar la A de España y esperemos que sea de la mejor forma.
-¿Qué significa para vos que sos un hombre de básquet que esté pasando este momento, no solo en la selección sino también en su carrera?
-La verdad que, no solo como persona ligada al básquet, sino también como juninense me llena de orgullo por el sacrificio que ha hecho ella y su familia apoyándola. Tiene que ser un orgullo para la ciudad entera porque llegó adonde muchos quieren estar, que es la selección nacional, se mantuvo a base de sacrificio y dedicación y hoy en día va a jugar en una de las ligas más importantes de Europa.
Eduardo Jápez
"A Macarena siempre la voy siguiendo a través de las redes sociales y es una Turca más porque siempre está pendiente de lo que pasa en Argentino y por supuesto uno se pone contento porque primero es juninense y después porque está trascendiendo, entonces habla muy bien de ella y del equipo que haber logrado una clasificación al Mundial después de dos procesos me pone muy contento por el grupo porque he compartido viajes con muchas de ellas y desde ya por lo que le está pasando a Macarena y al staff técnico que es muy bueno".
Juan Francisco Cangelosi
"Es un orgullo grandísimo que una chica de Junín haya llegado tan lejos, sin dudas es un mérito increíble teniendo en cuenta que en la ciudad no hay una competencia alta como para que sea más natural llegar a esos lugares. Macarena con su trabajo ha conseguido desarrollarse como jugadora y es un mérito a la constancia y al sacrificio de su familia. Sabemos que es hincha de Argentino y como jugador del club, pero también por la ciudad es una alegría enorme porque tiene una referente a nivel mundial en el básquet femenino".
-En ese sentido, ¿pensás que este momento de Macarena puede potenciar el básquet femenino en la ciudad?
-Es más que nada motivador para las chicas que estén con la idea de inclinarse a este deporte, ver hasta dónde puede llegar alguien que se lo propone.
Silvia Nigro
Con Macarena nos conocemos hace muchos años, desde que ella arrancó con todo esto, cuando también jugaba al vóley. Con el paso de los años fuimos formando una amistad y cada vez que viene a Junín viene al club.
-¿Cómo viviste este proceso del seleccionado con ella siendo parte importante del mismo?
-La verdad es que a medida que pasan los años vamos viendo el crecimiento de ella, a nivel personal y profesional. Y también en la selección donde vimos cómo fue ganando protagonismo hasta convertirse en la pieza clave que es ahora. Para nosotros que la conocemos desde siempre y amamos el básquet femenino es un orgullo que Junín tenga una representante a ese nivel. Y esto también sirve para mostrarle a las chicas que se puede llegar.
-Me imagino que puede ser un espejo importante para todas estas chicas que están entrenando, ¿de qué forma se puede canalizar lo que está haciendo Macarena?
-Nosotros tenemos una camada que están en el U17 y Macarena vino a hablar con varias de las chicas y les mostró que ella era igual, que con sacrificio y constancia se puede llegar. No es que estamos lejísimos como antes de lo que pasaba en Buenos Aires. Nos falta un poco más de competencia por la cantidad de clubes que hay allá, pero cuando viene Macarena trata de transmitirles eso, que se puede.
-Me contabas que fueron a verla a Obras, ¿cómo fue vivir esa experiencia?
-La verdad es que se te pone la piel de gallina. Porque el marco, saber que estaba ella ahí adentro, con el protagonismo que tuvo fue increíble. En la clínica de reválida que fuimos a hacer con mi papá (Coco Nigro), el propio Cristian Santander (entrenador del seleccionado) decía eso, como sabía que éramos de Junín estuvo charlando con nosotros y él mismo estaba sorprendido para bien por el crecimiento de Macarena y la ascendencia que tiene en la selección.