El encuentro entre Sarmiento e Instituto transcurría con normalidad hasta que a los 18 minutos un par de situaciones generaron el reclamo de los jugadores y la ira en el público local.
Primero, luego de un centro al área, Yamil Garnier cayó a la altura del segundo palo, cuando iba a cabecear sin oposición dentro del área chica; sin embargo el árbitro no vio el agarrón del defensor porque de lo contrario debería haber sancionado al capitán del Verde por simular.
Un minuto más tarde llegó la jugada del partido. La Gloria dispuso de un saque de meta, Erpen se cruzó el área y cuando pasó por delante de Salort tocó la pelota, el arquero se la devolvió pero le quedó larga, Magnín apareció para robarla y el defensor terminó pegándole al delantero. El árbitro salió corriendo para el punto del penal y todos pensaron que había sancionado la "pena máxima"; sin embargo en el medio del tumulto Yael Falcón Pérez fue a hablar con el juez de línea, volvió al área y dio un bote a tierra para el arquero. Las caras atónitas de los hinchas y el enfurecido reclamo de los futbolistas evidenciaba lo inentendible de la situación que al retirarse del estadio Falcón Pérez se encargó de aclarar.
Según relata el árbitro, cuando Instituto realiza el saque de meta está tapado e interpreta que el arquero había tocado dos veces la pelota, con lo cual va hacia el área para cobrar tiro libre indirecto; sin embargo Diulio Montello advierte que eso no había sucedido, por lo que se retracta y da un bote a tierra para el arquero ya que así lo indica el reglamento. El penal no lo pudo cobrar dado que había parado la jugada antes que se produjera la infracción. Esa es la versión del árbitro que coincide con la que le brindó a los jugadores de Sarmiento dentro del campo.
