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Farías y el juicio a los represores juninenses: "Queda pendiente determinar y juzgar la participación civil"

El militante de derechos humanos y dirigente justicialista dijo a JUNINDIGITAL que "la ciudad también sufrió el golpe cívico-eclesiástico-militar. El juicio demostró que aquí también se vivió el mismo holocausto de la Argentina. Los centros clandestinos de detención existieron en la ciudad y en las localidades".

Por Redacción

Viernes, 28 de febrero de 2020 a las 18:28


"La reflexión es que hay un saldo positivo porque después de tantos años de oscuridad que vivió todo el país y de lo cual Junín no fue ajeno. La ciudad también sufrió el golpe cívico-eclesiástico-militar. El juicio demostró que aquí también se vivió el mismo holocausto de la Argentina. Los centros clandestinos de detención existieron en la ciudad y en las localidades. Hay personas detenidas aún desaparecidas hace tantas décadas como el caso de Beto Mesa, Adrián Romie, Hugo Torreta, que siguen como desaparecidas. Tuvimos personas detenidas y torturadas que sufrieron todo tipo de apremios ilegales, con aplicación de picanas y otros elementos de tortura que fueron sobrevivientes del holocausto que vivió la ciudad y el resto de la Argentina".

Así reflexionó Oscar Farías, dirigente y militante de derechos humanos, en diálogo con JUNINDIGITAL.

El dirigente justicialista señaló a este portal digital informativo que "la particularidad que tuvo Junín y siempre lo destacan los organismos de derechos humanos nacionales es que la ciudad si bien hubo muchos dirigentes sindicales, en algunos casos políticos, y militantes de la juventud peronista. El ataque fue fundamentalmente a los actores culturales de la ciudad. Eso llama mucho la atención. Nuestros testigos sufrieron muchos años de impunidad porque convivieron en una iglesia, en una confitería, en las principales calles y eventos sociales, con sus secuestradores y torturadores".

Agregó que "queda pendiente determinar y juzgar la participación civil. Hubo personas que aún viven que particiaron de los grupos de tarea, que formaron parte de la inteligencia de la policía de la provincia de Buenos Aires, la ex DIPBA.

Y en este aspecto Faría también consideró que "la historia tiene una deuda pendiente con Junín para que se revise la complicidad de muchos civiles, las instituciones de nuestra ciudad (Sociedaed Rural o Círculo Médico, entre otras), fuerzas vivas, organizaciones no gubernamentales, los diarios escritos, la complicidad que hubo en el silencio, los propietarios de diarios sacñándose fotos con militares y el intendente Sahaspé, el testimonio de otro intendente de la dictadura como Benito Eguren quien contó en el libro "El orden de las tumbas" que cuando él asumió se encontró con un municipio militarizado donde las empleadas municiales debían pedir autorización para amamantar a sus hijos, una total falta de compromiso de parte de la justicia aunque hay que destacar la figura de Mary Mitchell que fue una de las pocas personas del Poder Judicial en Junín que se animó a dar testimonio y en esa época a gestionar y hacer saber que había personas detenidas, despaarecidas, golpeaadas y torturadas".

Asimismo Farías comentó que "a partir de dos o tres testimonios de juninenses se pudo descubrir que en la Comisaría Primera de nuestra ciudad estuvieron detenidos jóvenes estudiantes del Colegio Don Bosco de la ciudad de San Nicolás y eso fue un valioso aporte para el juez federal Villafuerte Russo" y destacó "la valentía que tuvieron, después de tantos años, los primeros 23 testigos. No había ningún estudio jurídico que nos preste el lugar en 2006 cuando estuve en la dirección de Derechos Humanos y Asuntos Indigenas en el municipio y se llevó adelante la causa ante el juzgado federal".

Ponderó el dirigente juninense la figura del abogado Raúl Fernández Maciel quien facilitó su estudio jurídico para realizar los encuentros con los testigos y antropólogos y abogados de la secretaría de Derechos Humanos de la provincia, en largas jornadas de trabajo para que se investugue la dictadura en Junín.

Valoró el aporte del escritor y periodista Héctor Pellizzi a través del libro "El orden de las tumbas" que fue importante "porque reunió muchos testimonios y esas mismas personas fueron testigos en la causa" y rescató al juez federal Héctor Plot que recibió las primeras denuncias junto a funcionarios de la subsecretaría de Derechos Humanos como Sara Comacho, quien también es Madre de Plaza de Mayo, y quien libra la orden de detención para los represores.

Se suma tanbién el ex juez federal Daniel Rafecas que facilitó accesos a las causas y acompañamiento de los organismos de derechos humanos También rescatyó la colaboración del ex intendente Mario Meoni quien facilitó una combi para que los testigos se trasladen a declarar a los tribunales de Comodoro Py.

Agradeció Farías "el acompañamiento de Manuel Prieto, esposo de Azucena Caivano de Prieto, Madre de Plaza de Mayo y de cada una de las madres juninenses. Todas ellas acompañaron desde el primer momento nuestra gestión en la Municipalidad. A la primera que fuimos a ver cuando asumismo en derechos humanos fue a Coca y Manuel Prieto y a partir de ahí a todas las Madres y no se hizo nada que no autorizaran ellas. En los tres años, que estuve en el cargo, todas las acciones fueron consultadas con ellas junto a Manuel Prieto -un actor fundamental- y el señor Moroni. Hay una deuda pendiente con los padres de plaza de mayo que acompañaron a sus esposas", indicó.

"En la figura de Manuel Prieto homenajeamos a todos los padres y abuelos que acompañaron esta lucha", remarcó Farías, quien valoró el aorte del programa de donación de sangre para la identificación de restos humanos que permitió identificar los restos de Walter Prieto y otros desaparecidos en la región.

También remarco el valor de los testigos y sus familiares en este proceso que llevó al juicio realizado en nuestra ciudad.

RESALTAR NOMBRES 

Durante el diálogo con JUNINDIGITAL, Farías resaltó hechos que se fueron sucediendo desde la crisis de 2001 como la decisión del ex presidente Adolfo Rodríguez Saa que por primera vez abre las puertas de la Casa Rosada a las Madres de Plaza de Mayo y desde 2003 se inicia un proceso importante para la historia argentina donde el Estado, por primera vez, pone en su agenda pública y como política los derechos humanos.

En el caso de Junín, Oscar Farías señaló que "en el medio de este proceso hubo pérdidas como José Ale, uno de los hermanos Vega, Pío Soberano que falleció en el medio del proceso. Hay entereza convicciones, honestidad, compromiso con la democracia, de parte de los familiares y es importante el acceso a la justicia para que se conozca y se llegue a la verdad. Eso hemos logrado en Junín: una reparación histórica porque se sentaron en el banquillo de los acusados a quienes hicieron tantas atrocidades y se le garantizó a los mismos represores las garantías constitucionales y el acompañamiento de médicos", afirmó Farías a este portal digital informativo.

Agradeció también al rector de la UNNOBA Guillermo Tamarit y al Consejo Académico por permitir llevar las jornadas del juicio en el Salón de la Democracia. "Automáticamente Tamarit dijo que sí", recordó. 

"En el medio de tanto dolor, se ha tenido el honor de poder brindar desde la política, esta posibilidad. Me siento orgulloso de haber logrado ese proceso histórico desde la dirección de derechos humanos y asuntos indígenas", señaló Oscar Farías quien valoró el acompañamiento político del ex intendente Mario Meoni en este proceso. "Tengo un gran agradecimiento hacia el ex intendente porque más allá de una diferencia coyuntural, mantuvimos la amistad y jamás nos sacó el apoyo. Siempre estuvo acompañando, a pesar de que yo me había ido de la función municipal. Nos dejó trabajar con absoluta libertad y pudimos cumplir nuestro cometido", resaltó.

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