La historia de Rubén Antonio Hidalgo Castro es la de un hombre que "ama" ser agente sanitario sin importar el lugar que le toque estar. Es sanjuanino, nacido en San Agustín de Valle Fértil, y fue unas de las personas que le tocó estar en la trinchera de Bolivia cuando la pandemia del coronavirus estalló a nivel mundial. Hoy transita sus días más tranquilo en la la Argentina, en su lugar en le mundo que es Junín y sigue dedicado 100% a atender la salud de los demás.
Rubén es técnico en hemoterapia e inmonohematología. Sus padres, hermano menor y tíos viven en Valle Fértil, lugar que quiere y extraña. Sin embargo en provincia de Buenos Aires vive y trabaja desde hace 4 años. Allí llegó junto a su novia Carina Centeno Leal, que es médica, y se dedican ambos a pleno a la atención de la salud.
A mediados de marzo pasado, la cuarentena los agarró a los dos en Bolivia. Ambos habían ido a aquel país porque allí la clínica Pequeña Familia recibe rotantes del Hospital Japonés de Santa Cruz de la Sierra de Bolivia y ellos fueron invitados a participar en una ayuda humanitaria. Para esto fueron a Concepción, cerca de la Amazona, en el límite de Bolivia y allí hicieron múltiples cirugías de media y baja complejidad.
Cuando arrancó la pandemia, la ayuda social se terminó y cuando quisieron volver a Junin no pudieron. Recién el 1 de abril, y después de recuperar su auto, regresaron a su casa. A partir de eso, y después de la cuarentena comenzó un nuevo capítulo: trabajar por la salud en Junín y General Pinto, ambas localidades de provincia de Buenos Aires.
"Cuando volvimos, en Bolivia no había ningún caso de coronavirus, y en Argentina 80. Actualmente allá, en Cochabamba, la están pasando un muy mal. Nos comentan que hasta en sus barrios hay gente que falleció en las casas y no los han pasado a buscar para ser cremados", explicó a Diario La Provincia SJ.
El hemoterapista vive en Junín y trabaja en General Pinto. Allí la presencia del coronavirus en diferente al AMBA.No hay circulación viral.
"Hay casos pero sumamente controlados para la población. Ha sido infima a pesar de la cercanía con AMBA y Capital Federal", explicó el sanjuanino que detalló que en Junín ya están por pasar a la fase 5.
"En la ciudad cabecera se vive con la incertudumbre y tenemos todos los controles para que nadie viaje a Capital Federal y si lo hacen deben cumplir con la cuarentena de 14 días. Nosotros contamos con todas las medidas de seguridad. Obviamente cuando atendemos a un sospechoso está ese miedo", reconoció.
Rubén trabaja en el hospital municipal de General Pinto y en algunas clínicas privadas de Junín. Su labor la desarrolla en el área de hemoterapia donde se dedican a atender donantes, atención prequirúrgica y paliativa y transfusiones sanguínea a distintos pacientes y patología. Además promociona y concientiza a la gente a que done sangre "mucho más en este momento".
"La gente se sigue enfermando y operando y sangre todo el mundo va a necesitar", aclara en declaraciones al diario La Provincia SJ.
