Nunca hay que darse por vencido. Aunque la cuesta sea muy empinada y todo vaya del revés. Buena prueba de ello lo tenemos con Lucerito, una cachorra, de tan solo unos meses de vida, que protagonizó una inspiradora historia de superación tras haber sido brutalmente atropellada por un tren que ingresaba a nuestra ciudad.
Las ruedas del tren aplastaron por completo sus patas delanteras inutilizándolas por completo para el resto de su vida. La situación era crítica para el devenir del animal y gracias a los acasionales espectadores que avisaron a la empresa Mascotaxi fue trasladada de urgencia a la Veterinaria Panet, donde el veterinario Alejandro Panet le realizó una cirugía de urgencia que le salvaron la vida, parando la hemorragia, pero lamentablemente el tren ya le había cortado las dos patas delanteras.
Tras la cirugía, la cachorrita finalmente pudo empezar un proceso de terapia y rehabilitación con la Veterinaria Lucila Scorsetti . Luego de varias semanas, los resultados no han podido ser mejores.
Lucerito ya ha aprendido a caminar en dos patas como un humano y al día de hoy, si bien continúa en la Veterinaria en rehabilitación, es habitual verle pararse cuando alguien se le acerca a darle cariño.
La peculiaridad del caso, junto a la potente historia de superación han convertido a esta perrita en un ejemplo.