El último mes del año trae aparejado un paquete de tarifazos que dispuso el gobierno nacional lo que implican más golpes al bolsillo en un 2017 que se ha caracterizado por aumentos indiscriminados en los servicios básicos. Diciembre viene sin bono de fin de año para los empleados de la administración pública nacional (todavía esta resolver que sucederá en cada provincia, municipios y sector privado), pero con medidas que afectan a la economía de las familias del país.
En ese aspecto, desde el 1 de diciembre y luego de sendas audiencias públicas, el gas y la luz experimentarán otro aumento. Para el primero será de 45 por ciento mientras que para el segundo servicio será de 21 por ciento, pero no termina ahí porque en enero también subirá un 13 por ciento.
A esto se le suma que el Poder Ejecutivo Nacional autorizó a las empresas de medicina prepaga incrementar hasta 6 por ciento el valor de sus cuotas. De este modo, será el quinto incremento en el año y ya lleva un total acumulado de 27 por ciento.
A su vez, la Dirección de Escuelas de la provincia de Buenos Aires y el Ministerio de Educación porteño dieron a conocer que subirán un 8% por ciento los aranceles de las mensualidades de instituciones de enseñanza de gestión privada desde marzo de 2018 y que incluye una cláusula de actualización.
También el precio de los combustibles se encuentra en la mira y no descartan otro aumento antes de que finalice el año. Esto que tiene con proyecciones en base a que el precio del barril de petróleo crece en el mercado internacional y por las variaciones en el precio del bioetanol.
De esta manera, el paquete de tarifazos que trae bajo el brazo el mes de diciembre a raíz de las medidas que adoptó el gobierno nacional impactará en el bolsillo de la sociedad e implicará que la inflación no se detenga. De hecho, la misma en octubre fue 1,5 por ciento y el acumulado del 2017 es de 19,4 por ciento. Desde el oficialismo estiman que el índice llegue al 21 por ciento, un número que supera la meta que se habían fijado.
