El estudio relevó el mercado en base a tres tipos de vehículo característicos de distintos segmentos socioeconómicos y los resultados arrojaron que el aumento anual promedio en 2018 en el costo de mantener un auto de gama baja fue de 55,8%; uno de gama media, de 49,5%; y uno de gama alta, 47,9%.
Sin embargo, el valor de las unidades no es el único factor que se vio incidido por el proceso inflacionario sino que "todo el conjunto de rubros que hacen al mantenimiento de los vehículos también siguen verificando importantes correcciones de precios en los últimos meses”, asegura.
En este marco, se puntualizó en algunos de los incrementos más fuertes: el peaje en zonas urbanas llegó a aumentar hasta un 81,8% mientras que el alza en el combustible fue del 78% acumulado anual.
Además, se resaltaron los aumentos en la VTV del 42,8% y en el estacionamiento del 33,3% ya que al estar en línea con la inflación prevista para este año, reflejan la pérdida de poder adquisitivo de los salarios
"La cobertura media de los ingresos mensuales respecto de la canasta automotor se redujo hasta 29,8% en los últimos dos años", afirmó el informe y subrayó: “En contextos de fatigadas finanzas familiares, estos aumentos no hacen más que carcomer los ingresos excedentes después del consumo de productos y servicios de primera necesidad".
