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¿A quién representa Carrió?

Miércoles, 10 de octubre de 2018 a las 15:40

El debate en torno al comportamiento de la clase media argentina es complejo y contradictorio, pero siempre abierto a nuevos síntomas, expresados, a  veces,  por quienes se adjudican su representación.

La vertiente más egoísta,  y reaccionaria siempre estuvo en tensión con componentes fuertemente comprometidos con los procesos democráticos y populares. El movimiento de DDHH, la fortaleza del movimiento obrero y la educación pública son prueba de ello, y nos distinguen en el mundo. 

Si bien coyuntural, el gran triunfo de los medios masivos de comunicación consistió en resolver este dilema del peor modo. En medio de dificultades sociales y económicas, accionar sobre lo peor de la conciencia política de "la gente" ha sido el principal mérito. 

La doctora Carrió navega esas aguas turbias como nadie y le agrega un valor distintivo. La imposibilidad de construcciones perdurables es la cabal demostración de este particular sector: procurar una sociedad igualitaria, estable e integrada no está en su agenda.

Esta corriente, profundamente gorila, que intenta resolver la cuestión laboral con propinas y changas, además de situar al desarrollo social en el lugar de las dadivas del pudiente, nace en esa impotencia histórica. La impotencia que deviene, primero en irresponsabilidad y luego en autoritarismo.

Criada en la atmosfera de regímenes feudales del norte y formateada por el poder judicial más conservador; "Lilita" consideró siempre que tomar mate con los peones del campo familiar la convertía en transgresora. 

Un representante digno de esa pretendida elite, Mariano Grondona, la presentaba a su público con un  "para Elisa" en el piano  y con ello instalaba una referente apta según sus parámetros; hoy elige ser la portavoz de las más oscuras operaciones imperiales.

Defensora acérrima del orden oligárquico y del origen siniestro del poder de terratenientes, banqueros y financistas. Se ofrece como  virtual fiscal anti-corrupción, blanqueando a los grandes saqueadores del pasado y del presente de la Argentina.

La dueña de la Republica Imaginaria, trasviste y coloniza los mejores mandatos del pensamiento europeo; y entre Braden o Perón elige a Braden, pero entre Alvear e Irigoyen se queda con el primero.

Admiradora de Churchill y de Hanna Arendt pero amiga del colaboracionismo francés y del franquismo católico. Esta enemiga de la Revolución Francesa, de la igualdad, la fraternidad y la libertad, elige y se cae.

El progresismo medieval en la Argentina, fue sepultado hace décadas.