El paro, decidido por el consejo directivo cegetista el 12 de junio pasado, recibió la adhesión de las facciones de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) y de movimientos sociales.
En Junín, todos los gremios nucleados en la CGT de calle Mitre anunciaron su adhesión al paro por lo que la inactividad en la ciudad es total. A las 11 de la mañana se realizará un acto en la plaza "25 de Mayo" consistente en una olla popular a la que han adherido gremios de la cGT liderada por Eduardo Diotti y de la organización sindical de calle Colòn, además de organizaciones sociales y centros de jubilados y pensionados.
Eduardo Diotti, en diàlogo con JUNINDIGITAL, dijo que "todos los coincidimos, desde las bases que el paro debería haber sido de 48 horas pero así lo dispuso el secretariado nacional y lo respetamos".
Analizando la situación del sector trabajador en el distrito de Junín, Diotti sostuvo que "la cantidad de compañeros que están sin trabajo en Junín es muy grande. La cantidad de gente que se ve caminando en todos los gremios, sin trabajo, es preocupante. Los compañeros se recorren todos los gremios para buscar algún puesto de trabajo y no le podemos dar respuestas".
"No hay trabajo en Junìn", dijo en forma contundente Eduardo Diotti a este portal digital informativo.
Diotti pidió que "concurran los compañeros al acto. En esta oportunidad el paro se tiene que sentir porque hay mucha gente que està mal. Esperamos una gran presencia de trabajadores".
Se adhirieron sindicatos claves como los estatales UPCN y ATE, además de los de todos los medios de transporte, lo que afecta tanto a la administración pública como al sector privado. Tampoco trabajarán empleados de comercios.
La CGT fundamentó esta huelga "en la necesidad de expresarle al gobierno nacional" su "más enérgico repudio al ajuste salvaje al que somete a los trabajadores".
En este sentido, citó "el veto a la rebaja de tarifas aprobado por el Congreso y el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y sus consecuencias sobre el empleo, la obra pública, la seguridad social y las economías regionales, que no hacen más que agravar dramáticamente la ya insoportable situación social".
"No vamos a permitir que el ajuste lo hagan otra vez los que menos tienen, los trabajadores ocupados y desocupados, los jubilados y los sectores más vulnerables, que ya viven en condiciones sociales extremadamente precarias," remarcó en un documento difundido a mediados de junio.
El triunviro de la CGT Juan Carlos Schmid sostuvo este domingo que esta huelga tendrá "un nivel de acatamiento muy grande, tal vez el más importante de los últimos años", debido "al agravamiento de la economía y todo lo que eso significa para el pueblo trabajador."
Por su parte, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, consideró que la protesta "no tiene ningún sentido" porque "ni siquiera la gente sabe por qué está parando".
"En el gobierno no rompemos el diálogo", subrayó y agregó que "al día siguiente vamos a estar en el mismo lugar. El diálogo está; hablamos con todos los que quieran sentarse a dialogar pero hay muchos que no quiere", insistió Frigerio.
En tanto, la gobernadora María Eugenia Vidal, dijo que "la huelga es un derecho de todos los trabajadores, pero creo que un paro no cambia, no transforma la realidad", y añadió que "lo que transforma la realidad es trabajar juntos para cambiar aquello que nos preocupa".