"En la cocina de la casa de mi abuela siempre se habló de las anécdotas de Evita y Juancito. Ella lo adoraba a Juancito y decía que eran los más sencillos y humildes, eran personas muy sencillas y de compartir, A Juan Duarte mi bisabuela lo adoraba". Esos son los recuerdos que Oscar Farías, dirigente justicialista juninense rememoró para JUNINDIGITAL sobre lo que contaba su bisabuela Florentina Linares de Neculpán quie trabajó en su juventud en la casa de Juana Ibarguren, a quien ya conocía de Los Toldos.
Cuando su bisabuela -quien además fue la primera afiliada al partido peronista femenina en Junín en un carnet firmado por la misma Eva Perón- llega en 1940 a nuestra ciudad y se casa con Neculpán, comenzó a trabajar con la madre de Eva y a partir de allí se trabó una relación.
También Oscar Farías recordó cómo fueron los primeros pasos que comenzó a dar el peronismo con vistas al retorno de la democracia en 1983 y también los tiempos de persecusión en la oscura noche de la dictadura cívico-militar de 1976. Nombres como el poeta barrial Paco Pérez, la militante peronista Yolanda Brieva, y muchos otros nombres de una época que ya es historia dentro del partido Justicialista juninense.
Doña Juana Ibarguren había logrado cierto ascenso social desde aquel día de agosto de 1930 cuando arribara con sus hijos.
Blanca era vicedirectora de la Escuela Normal y estaba casada con el jurisconsulto Justo Lucas Alvarez Rodríguez (*) que ejercía en esos momentos el departamento ejecutivo de la comuna. Blanca, en los primeros días de octubre, había sufrido un repentino ataque que hizo temer por su vida.
Elisa, la otra hermana de Eva, era esposa de un militar retirado, el mayor J.L. Arrieta. El lunes 15 había renunciado a su función de comisionado municipal para colaborar estrechamente con el grupo más allegado a Perón.
Estaba también con Juancito, el hermano por el cual guardaba un particular afecto, y que no dejó de acompañarla en aquellas horas difíciles.
Eva aún guardaba los gratos momentos vividos a principios de julio, cuando Erminda, su otra hermana a la que llamaban familiarmente “Chicha” se casó con Orlando Oscar Bertolini. El civil, en Junín, por iglesia en Luján,. Estaban radicados en la Capital Federal.
"El peronismo puso la jubilación, dio las vacaciones al trabajador, todos los derechos que hoy gozamos. Como decía Leonardo Favio, yo no puedo ser feliz si el otro no es feliz. Yo soy epronista porque no puedo ser feliz en soledad. También Evita decía que soy peronista por conciencia nacional y procedencia popular. Hay muchas formas de ser peronista, pero siempre es el compromiso, el dolor y la alegría por el otro", destacó Oscar Farías a JUNINHISTORIA.