La ilusión de medalla del equipo Argentino de básquet masculino llegó hasta los cuartos de final de los Juegos Olímpicos, instancia en la que se topó con la supremacía de Australia que lo venció por 97 a 59 pero todas las miradas estuvieron puestas en los últimos instantes del juego ya que la elimiación marcó el retiro del combinado nacional de Luis Scola, luego de 22 torneos en 22 años con la celeste y blanca. Luifa recibió una ovación incesante y emocionante no solo de sus compañeros y personal sino también de todos los que estaban dentro del Saitama Super Arena.
Argentina realizó un gran primer cuarto a partir de una defensa intensa, seleccionando bien los tiros en ataque para sacar ocho de diferencia e imponerse en esos diez minutos por 22-18.
El equipo de Hernández continuó trabajando bien en defensa pero no encontró el aro en ataque y antes de la mitad del segundo período los australianos dieron vuelta el marcador con un parcial de 8-2. Fue un momento de quiebre en el juego porque los argentinos perdieron confianza, las pérdidas crecieron y comenzaron a padecer los ataques del rival al tiempo que cayó la efectividad y el triunfo parcial al finalizar el segundo cuarto fue de 39-33 para los de Oceanía.
El tercer segmento fue parejo con un leve predominio de Australia que alcanzó a sacar 11 puntos aunque Argentina nunca dejó que se escape en el marcador pero sobre el cierre un par de malas decisiones en ofensiva le dieron al conjunto de Goorjian una diferencia de 12: 60-48.
El buen pasaje de los australianos y el malo de los argentinos se proyectó al cierre y en 3:20 de juego, con un parcial de 13-0, ampliaron la brecha a 25 (73-48). El técnico albiceleste pidió minuto pero nada cambió al regreso y Australia terminó cerrando su pasaje a las semifinales por 97 a 59.
La palabra de Scola
Al finalizar el juego, el capitán habló de su retiro de la selección. "Me voy en paz. Intenté apartarme de todo, este último año, pero se me vino todo de golpe. Intenté mantener la compostura todo lo que pude. Estamos todos viviendo una situación muy especial, haber visto a los rivales, a los periodistas, a los árbitros, me golpeó un poco. Intento apartarme de estas situaciones pero fue un poco un golpe bajo, estaba esperando terminar el partido. No se muy bien qué decir, terminó y ya está. Estoy un poco golpeado emocionalmente, me agarró con la guardia baja. Le agradezco mucho a la gente de Australia, fue un reconocimiento que tiene el valor increíble. Tener el respeto de tus contrincantes es, quizás, el elogio final, el elogio más grande que hay. Me voy muy contento, me voy en paz", confesó un Scola todavía conmovido después del partido y tras recibir el abrazo de compañeros y rivales.
