El partido entre Tigre y Sarmiento terminó con la imagen del Árbitro, Nicolás Ramírez, acorralado por los jugadores del Verde que enfáticamente buscaban una respuesta. Minutos antes y en el descuento del triunfo del Matador 1-0 la pelota cayó en el área y dio en el brazo de Agustín Cardozo pero el juez no cobró penal, además, tampoco fue a revisar la jugada en el VAR y una vez en los vestuarios, Israel Damonte expresó su enojo: "Te da bronca cuando hay situaciones difíciles de entender pero uno quiere creer". "Fernando Espinoza (etuvo en el VAR) es un árbitro que me gusta porque es un árbitro que podés hablar para mejorar el partido en sí. No sé si lo habrá llamado o qué habrá pensado pero siempre confío porque me parece que el arbitraje argentino es bueno".
El entrenador había sido expulsado en la primera parte luego de ingresar al campo de juego para reclamarle a Ramírez y al respecto adujo: "Uno en la cancha tiene reacciones que no tienen que estar. Yo me equivoco en la reacción, sobre todo en la expulsión porque ya le había perdonado la segunda amarilla a Retegui y la segunda me pareció que era amarilla porque fue una patada desmedida, en mitad de cancha, y después la jugada del penal que está clara. Considero que este árbitro es bueno pero hoy tuvo una mala noche y tampoco lo llamaron para que puedan ayudarlo porque la verdad fue muy clara"
En cuanto a lo que sucedió en el juego, el técnico sostuvo: "Creo que hicimos un gran partido. En líneas generales fuimos superiores claramente, en el primer tiempo los presionamos alto, lo terminamos lastimando, no pudo entrar y en una jugada que quedamos mal parados nos hacen un gol".