El primero de los ilícitos había sido el 29 de junio pasado en el local de Ramón Hernández al 700. La mañana del miércoles, muy temprano, le sucedería lo mismo pero en la carnicería de Malvinas Argentinas y Paraguay. "Hoy pueden entrar a un lugar, robar, destruir y no pasa nada" señaló el comerciante Aimar