En horas de la madrugada, personal policial del Destacamento de Morse, fue alertado vía radial sobre un robo en proceso que se estaba llevando a cabo en un campo situado en inmediaciones de las vías férreas a la altura de la Liga de este medio.
Arribados, los uniformados se entrevistan con la casera del lugar y su marido, quien expresaron ver varios vehículos sobre la calle, pero que no se trataba de un robo, sino del inicio de una fiesta clandestina.
Los policías identificaron una serie de vehículos y a su conductores, todos mayores de edad, y labraron las actas correspondientes a quienes circulaban en estado de ebriedad.