Si bien estos primeros 100 días de gestión están condicionados por lo que ha dejado el kirchnerismo, ya es un tiempo razonable para hacer un análisis de las medidas tomadas desde el 10 de diciembre a esta parte. En este sentido festejamos el cambio de paradigma y la apertura al diálogo tanto con líderes de la oposición, como con gobernadores e intendentes de distintos espacios políticos, avanzando en dirección a lo prometiendo en su discurso de asunción de trabajar en pos del federalismo y el fortalecimiento de la República.
Como ya lo hemos dicho, desde el Frente Renovador seremos una oposición constructiva pero proactiva y por sobre todas las cosas responsable, con conocimiento de los problemas de los argentinos y contundente a la hora de plantear nuestras diferencias tanto ideológicas como metodológicas con el Ejecutivo Nacional.
Si bien era necesario sincerar los sistemas perversos de índices y estadísticas, unificar los valores cambiarios de las monedas internacionales y retirar los subsidios deficitarios para corregir la economía, no se puede perder de vista que estas medidas deben ser tomadas poniendo énfasis en los sectores más desprotegidos de la sociedad y generar medidas de contención que hasta el momento no hemos visto. Tanto la inflación que generó la devaluación, como el aumento de la tarifa de luz y demás servicios, son medidas de ajuste que generan desempleo, y golpean directamente a la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores. En este contexto, nos preocupa que se tomen acciones como la quita de las retenciones a la minería, y no se presione a los sectores más concentrados de la economía, con impuestos a la renta financiera, o impuestos al juego como proponía el líder de nuestro espacio, Sergio Massa en campaña.
La medida que se ha tomado respecto a ganancias ha tenido sabor a poco y quedado extremadamente desactualizado, nosotros sostenemos que el salario no es ganancia, es remuneración, por lo que el estado debe evitar el ajuste, promover la producción, y fomentar al sector de la construcción para reactivar la economía y evitar la pérdida de empleo, en vez de financiarse con el salario de los trabajadores. Es necesario urgentemente dejar de dilatar la discusión y realizar una modificación al mínimo no imponible, adaptarlo automáticamente a lo que las paritarias van determinando y un cambio en la escala que fue armada en el año 2000 y que desde entonces no fue modificada.
Acompañamos en el congreso la propuesta del oficialismo para avanzar en el acuerdo con los holdouts, pero no debemos perder de vista que este acuerdo por sí solo no significa nada si nuestro reingreso al mercado mundial y al acceso a crédito internacional, no es en beneficio de las economías regionales y a la redistribución de la riqueza. Durante la década pasada tuvimos ingresos record de divisas extranjeras a nuestro país que nunca se vieron reflejadas en la infraestructura o la inversión en energía y por el contrario sí en beneficio de los sectores concentrados amigos del poder.
Así mismo esperamos que entren en la agenda rápidamente otro de los temas aún no mencionados por el presidente, como es el 82% móvil para nuestros jubilados.
Creo que Macri tiene un enorme desafío para este año, y es el de plasmar las propuestas de campaña que hablaban de transparencia, eficiencia en la gestión y pobreza cero. Objetivos lejanos a la realidad de los primeros meses de gestión, que nos encuentra con un ajuste importante de la economía, con idas y venidas de declaraciones de sus funcionarios, y un futuro con buen pronóstico, pero con aristas complejas que pondrán a prueba la capacidad política y la idoneidad administrativa de un gobierno que todavía no ha podido dar muchas certezas.