Con el objetivo de garantizar la gobernabilidad, Sergio Massa y Mauricio Macri lograron una serie de acuerdos legislativos, tanto a nivel nacional como provincial. "Queremos aportar a la gestión, no cargos", repiten los dirigentes massistas, sabiendo del poder de fuego que tienen en el ámbito parlamentario.
Es por eso que los puestos se darán en el plano legislativo. De hecho, la sintonía entre ambos quedó expuesta este jueves al confirmarse que Jorge Sarghini, presidente del bloque de diputados del Frente Renovador, será el próximo titular de la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires. Botín más que presiado para el frente que salió tercero en las elecciones nacionales y provinciales. Sarghini será secundado por un hombre de Vidal, con quien haría un enroque dentro de un año.
Pero ese acuerdo que se selló en la provincia también se dio en algunos municipios, entre ellos Junín. Después del 25 de octubre una de las incógnitas pasó a ser la de la conducción del Concejo Deliberante. En una de sus primeras entrevistas como intendente electo, Pablo Petrecca adelantó que iría por la titularidad del cuerpo, puesto clave en el recinto. Desde el Frente Renovador ponían resistencia aunque los argumentos no tenían demasiados fundamentos.
Sin emabrgo este miércoles en el salón azul del Concejo Deliberante el Pro y el Frente Renovador (meonismo) acordaron dejar en manos del actual presidente, Patricio Fay, la coducción del Cuerpo. Implícitamente, Petrecca selló con el meonismo un acuerdo legislativo que le dará gobernabilidad por los próximos dos años, cuando el Concejo se renueve parcialmente.
Ante este escenario, el principal espacio opositor será nuevamente el Frente para la Victoria, banca que estará comandada por el histórico Gustavo Traverso. Sin embargo el tres veces ex candidato a intendente no afronta un escenario fácil: la cámpora tendrá puestos claves en el Concejo y la disputa por saber quién será capaz de capitalizar el peronismo está abierta. Más atrás quedan Santiago Aguiar, quien pese a los anuncios se muestra reacio a sumarse al FpV; y Marcelo García, un crítico del meonismo que mantiene diálogos cada vez más fluidos con el Pro.