Tras un extenso debate, el Senado aprobó en la madrugada de este jueves, la ley antitarifazo impulsada por el peronismo, pese a la resistencia de Cambiemos y la advertencia de un veto del presidente Mauricio Macri.
Con 37 votos a favor, provenientes del Bloque Justicialista, el Frente para la Victoria y otras bancadas opositoras y 30 en contra aportados por Cambiemos y buena parte del Interbloque Federal, la norma se aprobó luego de casi 12 horas de debate.
En ese contexto, el Gobierno hizo saber que en las próximas horas el Presidente vetará la norma. En este escenario, la CGT analiza la realización de un paro nacional.
La norma retrotrae las tarifas a noviembre de 2017 y dispone que los aumentos no superen el índice de variación salarial para usuarios residenciales y el de precios mayoristas para las pymes, al tiempo que señala que las empresas deberán devolver lo que se cobró de más hasta el momento.
La sorpresiva retirada del puntano Adolfo Rodríguez Saá dio una luz de esperanza al oficialismo, que quería dejar la sesión sin quórum, para evitar que la ley termine en el veto presidencial.
Sin embargo, incluso los pocos senadores peronistas que no acompañaron el proyecto, como Rodolfo Urtubey o los miembros del Interbloque Federal, se mantuvieron inamovibles en su postura de no quitar quórum.
El Bloque Justicialista, el kirchnerismo y otras bancadas opositoras argumentaron que los aumentos en gas, electricidad y agua corriente deben tener un límite y que el Gobierno tiene que rever su política energética, al tiempo que cuestionaron la situación general de la economía.
Por su parte, los senadores de Cambiemos rechazaron el proyecto con el argumento de que tendrá un impacto fiscal negativo y que beneficia principalmente a la Ciudad y la provincia de Buenos Aires, al tiempo que criticaron el esquema de subsidios que mantuvo las tarifas baratas durante la gestión del kirchnerismo.