"Nos tocó a nosotros. El sábado alrededor de las 21.15, tres amigos de lo ajeno entraron a nuestra casa y, en 4 minutos, rompieron y se llevaron unas cuántas cosas".
Así comienza su dramático relato una de las víctimas de la inseguridad juninense, Silvina, a través de un mensaje que hizo llegar a JUNINDIGITAL, contando la experiencia que significa lidiar con un hecho de esta naturaleza: el que malvivientes ingresen a una vivienda familiar.
"Se llevaron mi notebook, filmadora y varios discos rígidos, entre otras cosas, donde guardaba fotos y recuerdos familiares de años... Necesito recuperar mis cosas!!!! Si saben algo no duden en avisarme!!!!", señaló Silvina quien no dudo en consultar sobre sitios donde pueden poner a la venta elementos electrónicos robados, con la esperanza de recuperar lo que le quitaron, aún teniendo que pagar por lo que ya es suyo. A esto se ha llegado en un Junín donde durante enero y febrero el promedio de hechos delictivos, entre "escruches" -robo a viviendas- y arrebatos en la vía pública ha llegado a ser de tres a cuatro hechos por día.
Pero Silvina cuenta también que además, una víctima de un ilícito, tiene que lidiar con toda la burocracia y protocolo policial establecido.
"Si bien se hicieron presentes -comentó a JUNINDIGITAL- vinieron los peritos, me pintaron toda la casa de negro y blanco para buscar huellas, no pueden hacer nada más hasta que el damnificado haga la denuncia. El punto es el siguiente: ni bien se dispara la alarma, mi vecina Carolina, mil gracias a ella, me llama y automáticamente avisa al 911 que le contesta desde Saladillo, por lo tanto mientras la señorita que atiende registra la emergencia, da aviso a Junín, en Junín ubican el lugar, porque aunque parezca mentira muchos policías desconocen los nombres de las calles de las zonas de quintas, pasaron unos minutos y los tres "amigos" lograron su objetivo".
"Cuando la policía llegó, no creemos que hubieran hecho más de una o dos cuadras, por lo tanto si recorrían, si cruzaban el descampado por el que salieron corriendo, era probable que los agarraron con todo lo robado... pero no... ellos no pueden hacer nada más que quedarse en el lugar hasta que la denuncia esté hecha... lamentable... algunas cosas tienen que cambiar...", señaló amargamente Silvina y casi resignada ante la indignante situación vivida que agravó el ya de por sí triste y preocupante hecho de haber sido víctima de un accionar delictivo, algo que nadie desea, pero del que no se parece estar libre, mientras desde el gobierno la única respuesta que se consigue es actuar de manera "autista", sin tomar medidas de fondo, desoyendo a quienes tienen experiencia y desean que la seguridad vuelva a recuperar las calles juninenses.