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| 27/12/2022

Yo esta foto ya la había visto

Una historia del escritor Martín Echave.

Por Martín Echave

A veces pasamos por situaciones asegurando ya haberlas vivido. Sostenemos irreprochablemente que estamos repitiendo un hecho pasado, y que las condiciones son exactamente iguales a las de ese momento que acabamos de citar. Nos detenemos para pensar y analizar lo que sucede, con la testificación de que ya pasamos por aquí. Algunos nos miran sorprendidos. Otros aprueban el caso argumentando haberles sucedido algo parecido. Lo cierto, es que la foto del 18 de diciembre de 2022 yo ya la había visto. Para muchos fue la más esperada, la más codiciada, la que necesitaban para replicarla en un cuadro, en una remera o en un tatuaje que quedara impregnado para toda la vida. Para otros, la necesidad imperiosa de tenerla para tapas de revista y televisión. Pero lo vuelvo a repetir, yo ya la había visto. Tal vez mi error fue no mostrarla anteriormente o exponerla en público para que puedan disfrutarla. O decirles donde la tenía guardada para que puedan acercarse y complacerse a la vista y no tener que sufrir tanto. O tal vez, usarla como escudo de defensa y contragolpe cuando las consecuentes frustraciones, fusilaban al poseedor de ese trofeo como principal responsable de los logros esquivos. Pero decidí guardarla. Decidi morderme los labios y atarme las manos para contener a la fuerza los estímulos impulsivos . Decidí atesorarla. Decidí que no era yo quien debía dar a luz de semejante momento, sino el o los actores principales en el instante adecuado. Por eso, cada paso del tiempo me confirmaba que no era el único que la había visto. Fui encontrando aliados fieles y silenciosos, que por los mismos motivos mencionados no daban a conocerla. Escuchaba testimonios y relatos que coincidían en detalle con los propios y extraños. Nos llamábamos casi mentalmente para no tentarnos en publicarla cuando veíamos que las críticas y los golpes se hacían irreversibles. Dudamos. Estuvimos al límite cuando escuchamos su renuncia y el alejamiento de la selección. Pero la sostuvimos. La mirábamos nuevamente para confirmar que todo permaneciera en su lugar. Y ahí estaba. Guardada. Esperando el momento. Aferrada a la puerta de un cajón que parecía abrirse, pero que se cerraba cruelmente en momentos inesperados. No queríamos forzar su salida y su exposición, pero el futbol nos ponía plazos. A algunos creyentes les merodeaba la duda por tanto sufrimiento. Otros titubeaban necesitando la vista para poder creer. Nosotros lo sosteníamos. “El” lo sostenía. Si. Porque de tanto predicar y manifestar y jurar y reafirmar que la foto ya existía, alguien, nos confesó q estaba también en su poder. No sabemos desde cuando y como llego , pero más allá de la tranquilidad, el suspiro de alivio comenzó a relajarnos aún más. Todo estaba encaminado. Me acorde de lo dicho en renglones atrás donde serían el o ellos, los actores principales los que debían dar a luz semejante imagen. Y comenzó la cuenta regresiva. Se reunieron en masa los 26 o mas postulados para la foto, Los aliados conductores del grupo, y los practicantes externos que siempre convencidos sabían de su existencia. La guardaron con candado en un cofre de sueños, con la meta de sacarla en 7 partidos. Se perdió la llave. Rápidamente se recuperó. Se le empezó a dar el brillo necesario. Se opacó por momentos. Se volvió a recuperar su esplendor. Ya faltaba cada vez menos. Un último tramo. Quizás el más difícil y el que años atrás impidió su exposición. Pero ya estaba en su poder. Hizo todo para que la vean lo antes posible. Se alargó. Se hizo esperar. Se hizo desear. Pero ahora si éramos cada vez más los que ya sabíamos de la existencia de esa foto . Tantos como para unirnos por un mismo objetivo. La cantidad suficiente como para paralizar un país y rendir nuestros ojos al momento deseado. La proporción justa para que millones de argentinos nos abracemos como espectadores y participes de semejante logro.

Una vez más, entre todos, creyendo, apoyando, sosteniendo, bancando, disfrutando, sufriendo, y emocionándonos, le ofrecimos el respaldo para que pudiera mostrarla.

Él nunca lo va a decir. Pero yo, uno de los tantos millones de Argentinos que soñamos con este momento, les puedo asegurar, que esta foto ya existía, solo q faltaba verla para termina de creer.

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