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Proponen que bares y restaurantes puedan abrir durante la veda electoral

La Legislatura trabajará un proyecto para que el Congreso Nacional modifique el Código Electoral y se eliminen las prohibiciones que impiden realizar espectáculos culturales y restringen la actividad gastronómica durante la veda electoral. Advierten que en las últimas elecciones en PBA se aplicaron restricciones que no correspondían.

Por Redacción

Miércoles, 08 de octubre de 2025 a las 09:42

Un proyecto presentado por Alejandra Lorden, legisladora del bloque UCR–Cambio Federal, propone abrir el debate sobre las restricciones de la veda electoral. La iniciativa apunta a que el Congreso de la Nación revise la Ley 19.945 (Código Electoral Nacional), especialmente en sus artículos 71 incisos “b” y “c”, que prohíben la realización de espectáculos públicos y la venta de bebidas alcohólicas durante las jornadas electorales.

La diputada plantea que estas limitaciones, establecidas en 1972, ya no reflejan el espíritu ni las necesidades de la sociedad actual. En ese sentido, sostiene que “la prohibición de actividades estrictamente culturales no solo es innecesaria, sino también negativa para la ciudadanía”, y que “restringir el acceso a la cultura en un día de ejercicio democrático es una contradicción en sí misma”.

ENTRE LA LEY NACIONAL Y LA PROVINCIAL: UN DOBLE ESTÁNDAR EN LA VEDA ELECTORAL

El proyecto de declaración destaca una confusión que se dio durante los últimos comicios en la Provincia. Muchos comercios —bares, restaurantes y teatros— cerraron sus puertas por costumbre, aplicando la normativa nacional, aunque no correspondía.

En rigor, las elecciones provinciales bonaerenses se rigen por la Ley 5.109, que solo prohíbe la venta de bebidas alcohólicas durante la jornada electoral, sin extender las restricciones a espectáculos o actividades culturales.

Sin embargo, al convivir con la normativa nacional, se produce una superposición de marcos legales que genera incertidumbre entre los comerciantes y organizadores de eventos. “Por una cuestión de costumbre, gran parte de los comercios cerraron sus puertas, aun cuando la normativa no resultaba aplicable en esta oportunidad”, advierte el texto presentado por Lorden.

UN CAMBIO DE PARADIGMA EN LA VEDA ELECTORAL

La iniciativa busca actualizar el concepto de veda a los tiempos actuales. En la práctica, la veda fue pensada para evitar la influencia política o la agitación social en los días previos al voto, pero el texto señala que las actividades culturales y gastronómicas no representan hoy una amenaza a la transparencia del proceso electoral.

Se trata del Centro Nacional Antiterrorista y fue presentado por la ministra de Seguridad, y candidata a senadora por CABA, Patricia Bullrich.

Por el contrario, sostiene que “la cultura es un derecho humano reconocido internacionalmente y un espacio de encuentro, reflexión y cohesión social”, por lo que prohibirla en una jornada democrática “constituye un menoscabo para la ciudadanía”.

El planteo se inscribe en una tendencia más amplia de revisión de las normas electorales heredadas de contextos autoritarios, muchas de las cuales mantienen prohibiciones anacrónicas. En ese marco, la diputada propone mantener solo las restricciones razonables, como la venta ambulante o la actividad comercial en las inmediaciones de locales partidarios, para prevenir disturbios.

IMPACTO ECONÓMICO Y CULTURAL

Uno de los puntos más enfatizados en el proyecto es el impacto económico negativo que genera la veda en sectores como la gastronomía, el entretenimiento y el turismo. Restaurantes, bares, confiterías y servicios de catering pierden uno de los días de mayor demanda potencial, especialmente en fines de semana de elección.

“Estas medidas carecen de evidencia de que contribuyan a la transparencia o la seguridad del proceso electoral”, remarca el texto. Además, subraya que “en un contexto económico delicado, cada jornada de trabajo resulta vital para sostener el empleo y la producción”.

Desde esta perspectiva, mantener vigentes las disposiciones del Código Electoral Nacional implica sostener restricciones anacrónicas, que “afectan derechos culturales, limitan libertades individuales y generan un daño económico innecesario”.

El proyecto, de ser aprobado, es de carácter declarativo, por lo que no implica una modificación directa de la norma nacional, pero busca armonizar la legislación provincial y nacional y eliminar contradicciones que afectan tanto a la ciudadanía como a sectores productivos.