A una semana de la pelea entre Lucas Matthysse y Viktor Postol, enfrentamiento que terminó con una inesperada caída del argentino, su entrenador, Matias Erbin, dio su visión de la pelea y deslizó algunas puntas respecto a lo que puede ser el futuro de "La Máquina"
"No vale la pena en este momento hacer un balance táctico, de estrategia o físico, porque el rendimiento de Lucas hasta el 6º asalto fue acorde a la pelea, había conectado los mejores golpes y parecía que en el 7º se terminaba ya que Postol había sentido las manos. Pero ese cabezazo cerca del final del round en su ojo izquierdo tuvo una repercusión negativa, sintió algo que lo molestó, perdió el hilo de la pelea, no pudo hacer lo que la esquina le pedía, que estaba todo entrenado: mover la cabeza, las piernas, la cintura, entrar en la corta distancia y descargar los golpes", detalló en diálogo con el portal "Tablero Deportivo".
En esta línea, Erbin explicó que a partir del 7° round Matthysse "se metía pero no descargaba los golpes. De ahí fue otra pelea, y recibió esa mano en el 10º que él mismo dijo que no fue para nocaut, pero lo tomó con el ojo abierto, con un estallido en la retina y temió por la integridad de su ojo".
Respecto a la salud y a la decisión del púgil argentino de no intentar seguir peleando, explicó que "es totalmente válida su integridad, porque es él quien nos lleva a todos nosotros a ese lugar. No son solamente los golpes sino también hay un ser humano detrás, y debemos tener conciencia de que no cualquiera toma semejante decisión, por un título mundial y a estadio lleno".
Y agregó: "El tiene la espalda suficiente para poder bancarse este momento, refugiarse en su familia y en su equipo que está cerca de él y poder pensar más claramente que será de su futuro. Se hicieron estudios y el ojo está bien, así que ahora deberá descansar, barajar y dar de nuevo".