En febrero-marzo de 2014 fueron comprados los lotes del programa Habitar -entre Emilio Muñiz, Ricardo Rojas, Etchepare y Alberti- , un plan de ventas de terrenos encarados por la anterior gestión de Grupo Servicios Junín y de la administración Meoni. Pero lo que debía ser un motivo de felicidad por ir logrando el sueño de la casa propia, se llega a convertir en el presente en una pesadilla. Primero comenzaron aluchar porque se les llevara agua y cloacas -una promesa incumplida de la anterior gestión municipal ya que los lotes deberían haber sido entregados con estos servicios básicos garantizados por quien en ese momento era intendente de Junín y actualmente es director del Banco Provincia, Mario Meoni.
Las primeras viviendas comenzaron a construirse en mayo-junio de ese año y se fueron consiguiendo las conexiones a los servicios de agua y cloacas pero aún faltan luminarias para que el alumbrado público sea óptimo "pero lo que más nos preocupa es el estado de las calles y la inseguridad. Venimos sufriendo varios robos. A uno de nuestros vecinos les tiraron botellas en las puerta de la casa y después de varios reclamos en el municipio, se logró que se cortara el pasto en un terreno que iba a ser destinado a plaza, según lo que había proyectado por Grupo Junín".
Actualmente hay veinte familias que están viviendo en forma permanente, otras diez están por mudarse y hay treinta casas en construcción. Consultados sobre si mantuvieron reuniones con funcionarios municipales, contaron los vecinos que "con la nueva gestión, recién hoy (por ayer martes) tuvieron una entrevista y fueron citados para el viernes nuevamente. Con las anteriores autoridades, las reuniones eran constantes. Cada quince días teníamos una reunión en la sociedad de fomento con autoiridades de la Municipalidad y de Grupo Junín, inclusive una de las reuniones fueron con el ex secretario de seguridad Víctor Knappe y el comisario".
"La electricidad, agua, cloacas y algunas luminarias se consiguió a base de nuestro empuje. Falta el gas natuiral que si bien es un problema de toda la ciudad, los lotes se vendieron con esa promesa", dijo a JUNINDIGITAL otro de los vecinos.
Y el relato más preocupante lo hizo a este medio otro de los vecinos que se prestó al diálogo: "A la noche se sienten ruidos, hay que llamar continuamente a la policía, se incendió una vivienda, un colectivo, se tiraron bombas molotov, se llevaron dos piletas llenas. Un vecino se despertó con un "vaguito" en el patio viendo qué se podía llevar. Antes de las elecciones un vecino "rescató" dos motos que le habían robado pagando 1.500 pesos y estaban acá en el barrio", contaron dramáticamente los vecinos.
También este martes vecinos mantuvieron una reunión con fiscales y funcionarios judiciales. El compromiso es incrementar la cantidad de veces que pase el patrullero de la cuadrícula.
A todo lo mencionado se agrega que un vecino tiene en la puerta de su casa un trasnsformador, sobre calle Ricardo Rojas. "A la noche no podemos dormir. Debemos pedir permiso en el trabajo para reunirnos con el municipio, con policías, con fiscales. No es vida", se lamentó otro habitante del atribulado sector aunque destacan que hay predisposición en el municipio actualmente para atender los pedidos.
En una reunión realizada el sábado pasado se decidió inclusive que los mismos vecinos compren luminarias para agregar al alumbrado público y reflectores para de alguna manera buscar mejorar el tema en seguridad.