La primavera es un símbolo, un emblema del renacimiento, de lo nuevo, de la Juventud. Festejar la llegada de esta estación ya es una tradición que indudablemente no le pertenece a ningún gobierno o partido político, sino que es propia de los jóvenes que generación tras generación esperan este momento para celebrar su condición junto a sus pares.
Por lo tanto colaborar y organizar este festejo ya no sólo debe ser una iniciativa, sino es una responsabilidad de quienes administran el estado. La ciudad de Junín se ha ganado a lo largo del tiempo la reputación de ser pionera en este sentido, involucrando a los juninenses en su festejo y recibiendo a miles de otros jóvenes de la región, quienes elegían y confiaban en nuestra ciudad para disfrutar de su día.
La elección de la reina, la trivia de preguntas y respuestas, el proyecto solidario, la elección del mejor compañero, son todos certámenes que no le pertenecían al Intendente, ni a los funcionarios de la gestión anterior, sino que le pertenecían a los estudiantes que año tras años nos demostraban al resto de los vecinos de Junín, que los más jóvenes muchas veces son un ejemplo en términos de valores, y se organizaban en sus cursos para participar y competir de manera respetuosa y leal con el resto de los suyos.
Veo con preocupación el lugar que el municipio está dispuesto a darle a los jóvenes al percibir con tristeza que se han abandonado casi todas las políticas de la Dirección de Juventud que habían demostrado éxito a lo largo del tiempo. El "Programa Oportunidades para Jóvenes", que entregaba herramientas para jóvenes con iniciativas propias, el "Programa Premio al esfuerzo" que le otorgaba un premio en dinero a los mejores promedios de los últimos años del colegio secundario, las "Charlas de educación sexual" en las escuelas, las "Charlas de prevención de adicciones", el "Congreso de la Juventud" en vinculación con la UNNOBA que reunía en simposio proyectos pensados y desarrollados por los estudiantes, entre tantas otros programas y acciones.
El intendente, a mi entender abusando de su soberbia y egocentrismo, expresa en los medios de comunicación que desde el Frente Renovador "queremos que le valla mal", como si esto sería una cuestión de índole personal. Al Sr. intendente le recuerdo que tanto yo, como toda mi familia vivimos en la ciudad de Junín y nuestra calidad de vida, como la de nuestros seres queridos, depende de su éxito en la gestión. Por lo que, su declaración, está muy lejos de la realidad, y es por eso que insistimos una y mil veces para que nos convoque a dialogar y a trabajar en conjunto.
Pero que de ninguna manera espere de nosotros, que perdamos la vocación de pensar y expresarnos, cuando vemos como se destruye en poco tiempo lo que ha tardado años en construir la comunidad de Junín.
Espero que los jóvenes sean más protagonistas, pero no por tener que organizarse su propia diversión, sino por ocupar un lugar importante en la agenda de las políticas públicas de la ciudad.