El ambiente del fútbol muchas veces es reacio a los cambios y hay axiomas que pocos se atreven a enfrentar desde los hechos. La inclusión de varios chicos en la formación de Sarmiento para el partido ante Defensa y Justicia generó un debate en la semana previa a cerca de si era el momento o no de mandar al campo por primera vez a los debutantes Ariel Kippes y Federico Pieretto y de llevar al banco a Santiago Rosa y Luciano Pierce. Un equipo al borde del descenso, una formación que se completaba con otros futbolistas con un puñado de partidos en Primera (sólo Gervasio Núñez, Brian Fernández y Walter Busse superan los quince partidos en la máxima categoría) y el reclamo de algunos para ajusticiar verbalmente a los "responsables" de este mal presente se contaban entre los argumentos para cuestionar la decisión.
Sin embargo, Fernando Quiroz confió en la dupla central que jugó varios partidos en Reserva en el último año y Kippes y Pieretto respondieron con creces al convite. Firmes en el mano a mano, listos para ir a la cobertura e imparables de arriba completaron un partido que no dejó dudas. Es cierto que fallaron en ciertos rechazos y cometieron faltas con los delanteros de espaldas al arco, pero nada que no veamos fecha tras fecha en la máxima categoría. El mismo Kippes cortó un remate dentro del área que tenía destino de gol. En la última media hora les faltó reducir los espacios pero es algo que no sólo los defensores deben decidir. Allí la oposición al portador de la pelota es fundamental y los jugadores del visitante llegaban muy fácil hasta tres cuartos de cancha sin disputa y así es imposible sacar al equipo.
En el segundo tiempo fue el turno de Santiago Rosa, que entró para su plantear a Fermín Antonini, de gran partido, aunque el juninense sé ubicó como extremo por la derecha con la misión de estar en las dos áreas y en la primera pelota que tocó demostró que puede jugar en el Eva Perón, en el Monumental o en el patio de la casa y su naturaleza no cambiará. Pared con Méndez, enganche hacia adentro y caño incluido aunque después no prosperó. Le puede salir bien o mal, pero lo intentará. El desgaste fue mucho en los primeros minutos donde tuvo que recorrer espacios amplios y perseguir a Delgado, pero tras el ahogo inicial tuvo tiempo para generar una apilada de derecha a izquierda marca registrada que terminó en falta. Los últimos Díez minutos le costaron como a todo el equipo que corrió detrás de la pelota, aunque pudo haber terminado con una asistencia si Fernández hubiera interpretado el pase gol al vacío de Rosa para quedar mano a mano.
Con todo, fue un buen inicio para los tres, solo eso, un buen inicio para pensar en continuar por el mismo camino del aprendizaje.