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Alejo Castellazzi y un “hobby” que lo llevará al Mundial Ironman 70.3

El triatleta juninense cuenta cómo logró la clasificación al Mundial de Sudáfrica, que se disputará en septiembre, tras terminar segundo en su categoría (30-34) en Bariloche.

Miércoles, 14 de marzo de 2018 a las 17:48

Flaco, más flaco que de costumbre, Alejo Castellazzi entra a los estudios del Grupo Noroeste Medios para participar del programa Línea de Juego. Hace seis años atrás podría haber ingresado para dialogar sobre el título conseguido por Rivadavia de Lincoln en la Asociación Juninense de Básquet luego de anotar 27 puntos en la final ante Sarmiento, sin embargo lo que acaba de hacer es una hazaña un poco menos común en la vida de cualquier mortal. Hace tres años se embarcó en la idea de ser un triatleta y el domingo pasado consiguió la clasificación al Mundial Ironman 70.3 de Sudáfrica, luego de quedar segundo en su categoría (30-34) en Bariloche.

-¿Con qué expectativas viajaste a Bariloche?

-El objetivo antes de salir de Junín era clasificar al Mundial, que se hace en Sudáfrica, pero cuando llegué me enteré, en la charla técnica, que en vez de cinco cupos había tres para mí categoría y la verdad es que las ilusiones se me habían aplacado bastante, y más después de ver los monstruos que había en mí categoría. Pero fui a hacer lo que me enseñó mi padre: a dejar todo lo que había ese día. Pensé bastante la carrera porque sabía que iba a llover en el Llao Llao, que es de donde se largaba, y por suerte me salió una carrera espectacular.

-¿Cómo planificaste la carrera y las dos transiciones?

-Por suerte pude ir el jueves a Bariloche (la carrera fue el domingo) y pude ver parte del recorrido que íbamos a hacer. La natación ya sabía que iba ser en agua calma, pero sí iba a ser muy dificultosa la parte de los 90 kilómetros de ciclismo, porque tenía una altimetría acumulada de 1.100 metros. La idea mía fue no salir tan exigido del agua porque los primero cinco kilómetros de bicicleta son en subida (Circuito Chico) y por suerte lo respeté, a pesar de dar alguna ventaja en el agua, pero lo recuperé en los diez kilómetros iniciales de ciclismo, donde me puse segundo, que fue la posición que pude sostener hasta el final. Lo más complicado fueron esos 90 de ciclismo porque llovía y el asfalto estaba mojado. En la primera curva escucho derrapar al que venía atrás mío y en la segunda casi me voy yo pero alcancé a poner la pierna. Fue durísimo. Además hay que sumarle que hacía nueve grados y cuando salí del agua tomé la decisión de no abrigarme porque no quería perder tiempo y los primero 20 kilómetros fui tiritando.

-¿En qué momento te diste cuenta que estabas bien posicionado?

-Cuando me bajé a correr los 21 kilómetros advertí que estaba muy adelante por prácticamente no había gente corriendo. Si bien me bajé bastante cansado porque hice un sobreesfuerzo en la bici, pudo sostener el ritmo y pasar a algunos competidores más, lo cual fue como una retroalimentación que me dio más confianza y terminé haciendo un tiempo y una posición que nunca había logrado.

Con la pasión y la estrategia compite, así piensa las carreras y así se expresa a la hora de contar su experiencia. “Tenía muchas ganas de clasificar al Mundial, era un desafío que me había puesto y soy muy competitivo. Yo jugué toda mi vida al básquet y encontré esto hace menos de tres años. Trato de dedicarle el tiempo que  dispongo, sin descuidar mis prioridades, entendiendo que no deja de ser un hobby”, un hobby que lo llevará al Mundial Ironman 70.3 de Sudáfrica, el próximo primero de septiembre.

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