Juan Francisco Vilches tiene tantas facetas como cuentos de fútbol en esta vida. Futbolista, entrenador, periodista, músico, escritor, son algunas de ellas y esta última la que rescatamos en la sección que venimos llevando adelante en la cuarentena. “El rechazo más largo de la historia”, se llama el cuento que elegimos, que pertenece al libro “El hijo de Gardel y otros cuentos de fútbol”, editado por Editorial Dunken en año 2016.
El rechazo más largo de la historia
El rechazo más largo de la historia fue de aproximadamente 730 kilómetros y partió desde la cancha de Rivadavia de Junín, una noche de 1973.
Jugaban Mariano Moreno y Belgrano de Morse, en un partido del torneo Nocturno donde se definía la clasificación para la siguiente fase.
Belgrano sorprendía ganando 2 a 1. Faltaban unos 20 minutos.
Moreno comenzó a atacar con intensidad. Desbordes, remates de media distancia, tiros libres. Cansados por el desarrollo del juego, sin demasiada preparación atlética, los defensores de Morse ya no podían alejar la pelota con fuerza. Esto exasperó al entrenador, quien no dudó en hacer ingresar a Roberto “Matavaca” Romero, un joven e imponente número dos, menos conocido por su ductilidad que por su potencia al alejar el balón de la zona de peligro.
-Matavaca, tirala a la mierda –fueron las cinco palabras del director técnico que decodificó Romero en la charla previa, e ingresó con el pecho erguido.
En el último minuto, quedó picando una pelota en el área chica de Belgrano, como un signo de interrogación. Romero no tuvo dudas: la rechazó con tal vehemencia que salió del campo de juego, pasó por sobre la tribuna y llegó a la Ruta 188.
Algunos alcanzaron a ver que el balón cayó en el acoplado de un camión que, según se averiguó después, se dirigía a Mendoza. Viajó unos 730 kilómetros –la distancia aproximada de Junín a San Rafael- son tocar el piso.
Desde la Liga hicieron averiguaciones para que el rechazo más largo del mundo quedara asentado en el libro de los récords Guinnes, pero al conocer el costo de dejarlo plasmado en la prestigiosa publicación, prefirieron referir el suceso de manera oral en cada cena de fin de año de la entidad.
