Inseparables recorrían juntos las calles de la ciudad, principalmente la zona céntrica. Castrados y con ropita, se ganaban el cariño de la gente y el sustento diario. La realidad de muchos callejeros.
Ayer en los festejos de River, la Negrita encontró la muerte con una bomba de estruendo. Pese al esfuerzo de los Proteccionistas que la asistieron y la hicieron atender, no se pudo hacer nada.
Proteccionistas y vecinos Juninenses piden que se cumplan la ordenanza de pirotecnia 0, que hasta el momento carece de controles y sanciones.