Hay infinidad de historia de cómo los hinchas se las arreglaron para ir a Qatar, aquí ya contamos la de Gaspar García. Algunos duermen en cruceros, otros en el desierto, otros donde se pudieron acomodar y la suerte de Javier Bello lo llevó a un lugar del que difícilmente se pueda quejar. “Estamos parando en un barrio de pilotos porque tenemos contacto con un mendocino que trabaja en una compañía aérea hace diez años y nos dejó la casa porque en este momento está volando. La verdad es que estamos muy cómodos”, afirma desde la comodidad del hogar y agrega: “Pepe, el dueño de la casa, se fue y vuelve el viernes y nos dijo que hagamos y usemos todo lo que necesitamos. Es una casa de dos plantas totalmente disponible para nosotros “.
-Vos estuviste en Rusia, ¿Qué cambios notás con este Mundial?
-Está todo muy cuidado, no hay alcohol por ningún lado. En los estadios está toda la gente muy medida, faltan los hinchas desaforados que solemos ver en Argentina o se ven muy poco. Los banderazos, los accesos al estadios son muy tranquilos, mientras que en Rusia era un descontrol. Más allá de eso en cualquier lugar adonde vamos nos cruzamos con hinchas argentinos o con camisetas argentinas porque hay muchos hinchas que no son de nuestro país.
-Antes del Mundial se hablaba mucho de la temperatura pero ahora vemos qué hace más calor acá que allá, ¿Cómo es ese aspecto?
-Ahora hace un promedio de 28 ó 30 grados que es ideal. Pero hay siete meses del año en los que hace más de 45 grados todos los días entonces la actividad comienza a las tres o cuatro de la tarde, que es cuando cae el sol. Se me ocurrió salir a las 11 y no había nadie. Nos contaba el dueño de la casa que en esos meses no se puede abrir la puerta porque es como que entra fuego.
-Les tocó ver el primer partido de Argentina que no fue de la manera que esperaban, ¿Cómo fue esa experiencia?
-El estadio (Lusail) es imponente. Tiene siete niveles y hay sectores en los que tenés que estar algo abrigado porque hay aire acondicionado; además es totalmente nuevo. Los asientos, los pisos, todo impecable. En cuanto al partido entramos confiados pero después notamos cierta tensión con los dos mazazos que resultaron los goles de Arabia y en los goles anulados recién nos dimos cuenta que pasaba algo raro cuando fueron al VAR, sobre todo el de Lautaro Martínez. Y después la cargada de los árabes, que fue una situación similar a la que vivimos en Rusia con Islandia, que de pronto te ves cargado por hinchas de selecciones que no tienen tanta historia pero no podés decir nada.
Pero la jornada del martes no fue del todo negativa para Javier y sus amigos. A través de uno de ellos pudieron tener contacto con los campeones del 78, que están en Qatar invitados por FIFA. “Tenemos la posibilidad de tener parrilla así que a la noche invitamos al Pato Fillol, Julio Villa, Omar Larrosa, Daniel Bertoni y Alberto Tarantini a comer asado y carnes ahumadas”.
-¿Y cómo llegaron a ellos?
-Gustavo, mi amigo, tiene un emprendimiento de carnes ahumadas y es representante de escuelas de River, así que así generó el contacto con el Pato y cuando se enteró que estaban acá lo contactó y la respuesta fue muy buena porque enseguida dijeron que sí. La predisposición que tuvieron y las anécdotas que compartieron quedarán guardadas para siempre a pesar que por mi edad yo no los vi pero después hablé con mi viejo y estaba más contento que yo.
-En definitiva sos un privilegiado en Qatar: comés asado con aire acondicionado, cenás con los campeones del 78, ¿Qué más podés pedir?
-Si, totalmente, nos contaron de sus carreras, sus pasos por el exterior, el retiro del Pato y Bertoni conoce a Favio Nigro así que se estuvieron mandando mensajes con Favio ahí.
-Hablando de asado, ¿Qué carne se come?
-Acá se come mucho cordero pero también hay carne de vaca, que es buena, y pollo, aunque con la carne argentina no se compite. Pero se consigue y hay precios buenos. No el pollo que es caro.
-En los canales argentinos parece haber muchos hinchas de nuestro país, ¿Es así?
-Hay argentinos, sobre todo muchos que vienen de Europa, y también hay muchos que hinchan por argentina por Messi y son de la India o de los Emiratos.
Un Mundial en un país con una cultura futbolera escasa pero con un poder económico gigantesco generó un escenario que por momentos parece ficticio, como vestido para la ocasión. “Da la sensación que está todo preparado para que cuando termine el Mundial se desarme. Está todo montado. Creo que cuando termine no van a quedar rastros que hubo un Mundial”, sentencia el juninense desde Doha.
Como en casa
Estadios, centros comerciales, restaurantes, playas, todo queda cerca en Qatar y todos los turistas mundialistas se mueven en las misas zonas. Esa ventaja lo llevó también a Javier y su amigo a encontrarse comiendo al lado de Sergio Bastista, al día siguiente de haber compartido el asado con los campeones del 78.