Los representantes de las empresas petroleras reclaman un aumento de por lo menos 10% del precio de los combustibles. En reuniones con autoridades de Energía y contactos informales en encuentros de lobby energético y empresarial alzaron su voz para que se actualice el valor porque “está atrasado”.
Los consumidores tendrán que enfrentar de todas formas un incremento en el precio final al llenar el tanque. Desde el lunes, primer día de abril, el valor de las naftas se elevarán en promedio 4,5% pero por actualización de los impuestos al combustible líquido y al dióxido de carbono que autorizó el gobierno de Javier Milei. En mayo también habrá un ajuste pendiente por impuestos y luego, anticipan en Energía, el plan es ajustarlos mensualmente en línea con la inflación.
Esos incrementos dependen directamente de la decisión política del Gobierno. Los impuestos en el sector estuvieron congelados desde julio de 2021. Así las cosas, el lunes la nafta súper en YPF pasa a $835 el litro y la premium rondará los $1030 en la Ciudad de Buenos Aires. Llenar el tanque superará los $33.000.
“Creemos que hay un atraso de 10%”, insisten los empresarios del sector que atan principalmente el cálculo al valor del tipo de cambio. Ese incremento piden que se sume a los ya efectuados desde diciembre porque, argumentan, no llega a equiparar a los valores internacionales. Desde que asumió Milei el combustible subió 37% en diciembre, 26% más en enero, 6,5% en febrero y 7,5% en marzo.
Sin embargo, el sector privado no pone su voto de confianza en la administración libertaria. “El petrolero sostiene el nivel de inversiones previo. Estamos en un momento de wait and see (esperar y ver)”, dice a El Destape el representante de una empresa multinacional que opera en Argentina. En hidrocarburos es necesario un sistema de inversión constante para sostener el ritmo de producción. Ese piso está garantizado pero no hay perspectivas de aumento en el corto plazo.
“Vaca Muerta está caminando pero no corre”, grafican los actores del sector sobre el margen que todavía hay por recorrer para explotar al máximo las posibilidades del yacimiento de petróleo y gas no convencional. Por ahora no hay plata.
“Estamos todos esperando qué pasa con la macroeconomía”, señala el representante. Sobre los aumentos permanentes en el precio del combustible, tiran la pelota para afuera: “El problema no es lo que sale la nafta en la estación de servicio sino los sueldos que se pagan en el país”. “Falta un 10% de aumento”, reafirman. Además cuestionan la política anterior: “El barril criollo no era una buena política porque desalentaba la inversión”.
Uno de los reclamos acercados a los funcionarios es la salida del cepo cambiario. Las multinacionales quieren ingresar y sacar los dólares libremente. “Este Gobierno tiene cepo cambiario y a las importaciones con el Bopreal”, interpretan. “Las reformas que tiene que hacer el Banco Central deben permitir acumular reservas y que nos den las divisas cuando las necesitemos”, expresa. Se desprende que esa facilidad para el giro de los dólares es condición necesaria para el aumento de inversiones. En línea con el FMI, piden que los cambios sean “sustentables en el tiempo”, recuerdan que el gobierno de Mauricio Macri liberó el acceso al dólar y terminó con nuevas restricciones.