El Centro de Investigaciones y Transferencia del Noroeste de Buenos Aires (CITNOBA) comenzó a funcionar formalmente como Unidad Ejecutora (UE) y realizó su primera reunión junto a otros centros científicos que pertenecen a CONICET La Plata.
La doctora Carolina Cristina participó como flamante directora en esta reunión, realizada en la capital bonaerense, tras haber sido oficializada en el cargo.
En adelante, Cristina estará al frente de la Unidad Ejecutora, que se caracteriza por su triple dependencia: la integran la UNNOBA, la Universidad Nacional de San Antonio de Areco (UNSAda) y el CONICET.
Unidades Ejecutoras, una estrategia descentralizadora
Las Unidades Ejecutoras del CONICET son núcleos de investigación que, bajo la dirección de un responsable, desarrollan tareas de investigación científica, tecnológica o de desarrollo, organizadas en distintas líneas de trabajo.
Este modelo responde a una política descentralizadora del CONICET, pensada para promover proyectos regionales que funcionen de manera más eficiente y cercana a las necesidades territoriales.
Ciencia para impulsar el triángulo Junín-Pergamino-Areco
Las principales líneas de investigación del CITNOBA están vinculadas a las características de la región donde se encuentra: salud pública (genética, microbiología, fisiología), biología y producción agropecuaria (diseño de insectos plaga, biodiversidad y control biológico) y mejoramiento de cultivos (genética, biotecnología y ecofisiología). Además, aborda temáticas relacionadas con recursos naturales, alimentos, biomasa, medioambiente, TICs y ciencias sociales.
Bajo la dirección de la investigadora de CONICET Carolina Cristina, el CITNOBA cuenta con una plantilla de 80 trabajadores dedicados a la ciencia: 29 investigadores, 43 becarios, cinco profesionales y técnicos, y tres administrativos.
Historia y logros del CITNOBA
Creado en 2014 por el CONICET y la UNNOBA, al que se sumó la UNSAdA en 2016, el CITNOBA tuvo como misión promover la radicación de investigadores en el norte y noroeste bonaerense, formar becarios, consolidar grupos de investigación y transferir conocimiento a la comunidad.
El esfuerzo conjunto de estas instituciones llevó en 2023 a la firma de un convenio que estableció su condición como Unidad Ejecutora de triple dependencia.
El centro impulsó 19 Servicios Tecnológicos de Alto Nivel (STAN), destinados a ofrecer soluciones al sector productivo, entre los que destacan el análisis ambiental de sistemas acuáticos, manejo de plagas de maíz, detección de marcadores moleculares en tumores, análisis bioinformático de secuenciación masiva y capacitación en cereales invernales, entre otros.
Cristina destacó que “el CITNOBA ha sido estratégico para potenciar el desarrollo científico de las universidades y fortalecer su vínculo con la comunidad, el sector productivo, hospitales y municipios”.
Cristina, al frente de la Unidad Ejecutora
La doctora Carolina Cristina asumió como directora de la Unidad Ejecutora tras ganar un concurso abierto y ser evaluada por un jurado integrado por seis especialistas y tres representantes institucionales.
El jurado valoró positivamente su proyecto y su trayectoria. En su exposición, Cristina resaltó la importancia del CITNOBA en la última década: “Ha sido crucial para fortalecer el desarrollo científico de ambas universidades, promoviendo la incorporación de investigadores y el acceso a becas doctorales y posdoctorales”.
Reafirmó también su compromiso de fortalecer las redes nacionales e internacionales del centro. “Continuaremos trabajando en esa línea”, expresó. Entre sus desafíos, mencionó la diversificación de financiamiento, la transferencia de resultados al medio, la comunicación, la divulgación y la formación de recursos humanos mediante la dirección de tesis de grado y posgrado.
“A futuro queremos seguir promoviendo el conocimiento científico para mejorar la salud humana, la producción animal, la preservación del ambiente, y fomentar el desarrollo económico y social”, planteó.
Trayectoria y experiencia de Cristina
Bioquímica y doctora en Ciencias Exactas, Cristina es investigadora independiente de CONICET y profesora de Química Biológica en la UNNOBA. Desde 2010, lidera el Laboratorio de Neuroendocrinología y Fisiopatología de la Hipófisis en la CIBA-UNNOBA.
Su experiencia en gestión universitaria incluye su rol como directora del Centro de Investigaciones Básicas y Aplicadas desde 2015, y como secretaria de Investigación, Desarrollo y Transferencia en la UNNOBA.
Ha recibido numerosos premios nacionales e internacionales, tanto por su contribución al conocimiento científico en el área de la neuroendocrinología, como por su gestión al frente del CIBA.