La Serena, Chile
(Papá, acá todos hablan de lo mismo)
Arturo Vidal está en un ring en cada café: hijo de putas o un simple joven.
No se habla de otro tema en Chile: Vidal, borracho, se la puso en la ruta, con su Ferrari, en el rato libre que le dio el entrenador del equipo.
Unos minutos antes de patinar, era ídolo: casi el mejor jugador de la historia.
Semanas antes, Brian Fernández, jugador de Racing, era una joya del club, pero le saltó el dóping positivo por haber tomado una droga social.
Los pibitos en Chile dicen que Vidal es un grande. Las señoras dicen que es un irresponsable. Los hinchas van a la puerta de la Audiencia -probablemente, pese a que por la mañana daba una conferencia sobre beneficios sociales, el tema que más le preocupa a Michelle Bachelet, que dos días antes de que arranque la Copa dijo: “Nada puede manchar el nombre de Chile- y lo alientan. Alguno que otro dice: “Es apenas un chico de 20 años que lleva esa vida como puede”.
Tiene 28, pero es al pedo hilar fino.
Un boludo, lo resumen las mayorías.
Los campeones mundiales de la ética dicen: “No puede ser tan irresponsable”.
¿Qué es ser responsable?
¿Ser mejor jugador sería ser más responsable y aprender a vivir una vida para la que nadie lo preparó?
Dicen: 5 millones de euros gana al año, cómo va a ser tan pelotudo.
Tiene una Ferrari: el lujo es vulgaridad.
Pero nadie enseña a no ser vulgar.
La cagó la cagó la cagó dice el presentador de turno por la televisión que podría ser Paluch o Chiche en Argentina: o sea, tipos que están lucrando con la vida de otros.
El debate de la pelota vuelve a ser sobre cierta ética: hace dos semanas, lo mismo estaba depositado en la cuestión FIFA. Vidal sí, Vidal no.
Desde La Serena, seguro, algo queda claro en esta discusión enorme en la que las botellas de pisco la noche anterior se dedicaron solo a ese tema, en que la papaya de postre fue terreno de conclusiones, y todo ronda ese tema: Messi, el que es el mejor jugador de fútbol que en la historia haya pasado por La Serena, parece olvidado.
Vidal le dice al carabinero que lo detiene: "Esposame, pero te cagás en todo Chile".
Las cosas están raras.
El taxista que por primera vez se toma un mate y dice que va a adoptarlo resume: “Estigmatizarlo es hacer que nunca más vayas a aprender”.
Ezequiel Scher para Familia Mundial