Sarmiento se presentó en Salta con seis modificaciones de nombres pero sobre todo con un cambio en la intención que lo llevó a replegarse desde el mismo inicio del encuentro. Una línea de cuatro y otra de cinco futbolistas paradas en campo propio, mientras que por delante solo quedaba Miracco. Esas decisión tuvo la contrapropuesta de Atlético Tucumán de progresar en el campo a través del pase. Sin embargo El Decano careció de ingenio, movilidad y ofertas para llegar con peligro hasta el arco de Vicentini y en los primeros treinta minutos El Verde logró un par de aproximaciones con Miracco y a Cacheiro pero con mala resolución.
El partido era malo pero se jugaba en campo de los de Junín y en dos minutos los tucumanos se pusieron dos a cero. Primero con un centro luego de una falta cercana al área que Sarulyte rechazó para el centro del área y le quedó picando a Hechalar que puso el uno a cero. Y después con una pelota larga para Blanco que jugó sobre la última línea, bajó la pelota para Barbona que le ganó en velocidad a Arias, centró par la cabeza del ex Colón que con el parietal izquierdo definió junto al palo izquierdo de Vicentini. El saldo pudo ser peor, ya que Aliendro definió de rabona, entrando al área (tras un mal control de Miracco), pero la pelota dio en el palo.
En el segundo tiempo Sarmiento insinuó salir un poco más arriba con la presión pero a los cuatro llegó el tercero tras un rebote en el área que dejó fuera del arco a Vicentini y Barbona llegó para empujarla debajo del arco y ante la mirada de Garnier y Arias.
Ese gol decretó el pase a cuartos de los tucumanos que sin ser brillantes aprovecharon los espacios para anotar el cuarto en los pies de Melo. Para el final quedaron un par de jugadas que podrían haber significado el quinto y la expulsión de Arias, por doble amonestación.