20 de Marzo, junto al resto del país, Junín inicia un período de Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio con el objetivo de fortalecer el sistema de salud en el combate al Covid 19. Dos días antes aparece un primer caso pero no produce contagios y es rápidamente controlado.
A medida que gobiernos y sociedad aprenden a lidiar con la pandemia, la situación se mantiene bajo control. Se restringen accesos, se multa a infractores y el 13 de Abril el Intendente decreta el uso obligatorio de tapabocas (que al Secretario de Salud le había parecido una mala idea cuando lo sugirió una concejala del FdT).
A pesar de algunos chisporroteos puntuales entre Provincia y Municipio, el sistema de salud se refuerza. Llegan fondos de Nación y Provincia y distintas instituciones y vecinos colaboran codo a codo con el Municipio.
Para Mayo, y en función de lo que se observa en otras regiones, la oposición empieza a reclamar algunas aperturas. No hay contagios, pero Petrecca se excusa en las disposiciones de la Provincia y responde negativamente. El aspecto de Junín es similar al de Ciudad de Buenos Aires, donde el problema sí es realmente grave. A principios de Junio, un acto de vandalismo sufrido por un contagiado de Covid recibe el repudio generalizado de los juninenses.
El 6 de Julio, con muy pocos casos, Junín accede a Fase 5, pero luego de una semana debe volver a Fase 4 tras un incremento en los casos. Hasta entonces, el Intendente estaba de acuerdo con ese sistema que ahora empieza a cuestionar. Activa políticamente a distintos actores para que lo respalden en su desafío contra la normativa provincial.
El 16 de Julio Petrecca innova con una Fase 4 flexibilizada. Se permiten actividades económicas pero no las reuniones sociales (que de todos modos se siguen dando, puesto que la prohibición pierde legitimidad: no se entiende bien por qué puede hacer mal en un domicilio lo que no hace mal en un local comercial).
Junín está ahora por las suyas. El Intendente se siente respaldado por las corporaciones económicas y algunas minorías muy intensas en redes sociales. Mientras tanto, desoye todas las opiniones y advertencias que contrarían sus decisiones. A principios de Agosto los contagiados son alrededor de 30, pero durante ese mes se multiplican por diez y arrancamos Septiembre con más de 300.
En total acuerdo con el discurso de la dirigencia nacional de JxC, el discurso del Intendente se concentra en apelar a “la responsabilidad individual”. Se desentiende así de la protección del sistema sanitario que desde ahora recaerá sobre el ciudadano. Los resultados son preocupantes. En ese momento, Pablo Petrecca twitea invitando a los juninenses a disfrutar de la temprana primavera. A pesar de que recomienda cuidados, el mensaje es cada vez más confuso: “si me cuido, no va a pasar nada”, parece ser la forma en que lo recibe la mayoría. Cada uno siente que “se cuida lo suficiente, a diferencia del vecino, que no lo hace”.
Nuevos sectores reclaman aperturas. Es cada vez más difícil negárselas, puesto que la situación económica es preocupante pero fundamentalmente los asiste la igualdad ante la ley. “Si a Fulano le abriste, ¿por qué a mi no?”
En Agosto el municipio ha habilitado el ingreso a la Laguna y al Parque Borchex. Se habla de “cuidar la economía y la salud al mismo tiempo”, pero esta medida no da respuesta a ninguno de los dos términos, por lo que se presume que obedece a otra motivación. Se observan juntadas numerosas y desafiantes propias de un “fin de guerra”. Crecen las denuncias por fiestas clandestinas. Mientras tanto, Petrecca se suma al discurso anti cuarentena: “No podemos vivir prohibiendo, no podemos vivir en una cuarentena eterna. Tenemos que convivir en sociedad con solidaridad para sostener todo lo que hemos logrado juntos.” A fin de Septiembre los contagios se disparan a más de mil quinientos casos.
Las ciencias sociales determinan que la gente transgrede mucho menos cuando las posibilidades de ser sancionados son altas, y que una extrema gravedad de la sanción no incide demasiado si las posibilidades de no ser atrapados es alta. En sentido contrario, el municipio opta por operativos espectaculares donde los medios cubren cómo se desbarata una fiesta en una quinta. En las redes se multiplican las quejas por las cien fiestas denunciadas adonde no pasó nada.
La ola de contagios empieza a ceder en AMBA y se traslada al interior bonaerense. A pesar de transitar escenarios opuestos, la respuesta política del gobierno de Junín sigue siendo la misma que la de CABA (igual que cuando acá no había contagios y allá sí).
Pablo Petrecca continúa apelando en su tw a la responsabilidad individual de cada uno. El resultado es paupérrimo y se lo señalan desde distintos sectores. Desde la oposición política, el Frente de Todos empieza a cuestionar el manejo del intendente respecto a la pandemia. Petrecca no lo toma en cuenta. Pero ante la insistencia, deja de convocar a la mesa de salud a la Presidenta del Bloque de Concejales y a los Legisladores Provinciales.
Los comerciantes piden extender el horario y que se les permita volver al horario cortado. El 3 de Octubre el Intendente responde que no, pero a la semana extiende el horario hasta las 20. No explica qué lo hizo cambiar de opinión, pero se supone que no es un consejo sanitario.
Desde la dirección del HIGA y de Región Sanitaria III se advierte al Intendente que de no reducirse la circulación, el sistema sanitario empezará a tener problemas. Desde ATSA se lo advierte que el personal de salud contagiado crece y el servicio se resiente en consecuencia. Ya no importa tanto el equipamiento sino el número y el desgaste de los agentes del sistema. Petrecca lee en esto una política opositora y no atiende a los pedidos. Los comunicados de legisladores y concejales de la cuarta sección electoral corren la misma suerte.
Los responsables de los centros médicos privados advierten que se deben tomar medidas para reducir la circulación y así aliviar el sistema sanitario. Luego de una reunión de la mesa de salud, Petrecca dice que los médicos le dijeron que apoyaban su política. Ni se ocupa en explicar la evidente contradicción entre lo que se le dice y lo que él escucha. Los contagios superan los 2500 a mediados de Octubre.
Un grupo de médicos envían una carta al Intendente. No hay respuesta positiva.
Concejales de JxC acompañan y alientan a un grupo de padres que pretenden actividades recreativas en las escuelas para sus hijos que egresan este año. Ante los medios, los concejales tergiversan el pedido para convertirlo en la vuelta a clases que la Provincia solo prevé para distritos que han logrado bajar los contagios. El meta mensaje que se busca dar a la sociedad es que “en las actuales circunstancias se puede volver a la escuela, pero la provincia no nos deja”.
La mesa de salud es cada vez más chicas y surgen espacios alternativos para discutir una respuesta a la crisis sanitaria. El municipio sigue viendo conspiraciones y responde con un nuevo informe de camas ocupadas en las que el hospital figura sin datos. La chicana, por supuesto, no aporta soluciones.
Con la curva de contagios y muertes yendo hacia el pico más grave, el Pastor Evangélico hermano del Intendente encabeza una acción para que se permitan las reuniones religiosas. Junín es uno de los municipios con más casos cada cien mil habitantes. Hay denuncias de que el 107 no da respuestas. Desde el gobierno insisten en que la clave está en la responsabilidad individual.
Fines de Octubre. Los contagiados se acercan a los tres mil, los fallecidos superan los 70 y el tiempo de duplicación es de menos de 25 días. Si no se rectifica la política, en unos días el sistema difícilmente podrá dar respuesta. El Intendente ha desoído las advertencias de todos los protagonistas del sistema de salud y pone rumbo al precipicio. Ha puesto a la ciudad en manos de Dios.