Valeria Arata, candidata a intendente por el frente “Unión por la Patria” y actual legisladora bonaerense, no dejó ninguna duda sobre cuáles son los objetivos y lineamientos en los que se basará su posible gestión. Esto puede ser abordado desde varios ejes: escuchar al vecino, una ciudad más limpia, seguridad plena y respuesta para todos los sectores, más allá de las banderías individuales.
El siglo XIX marca la entrada de la mujer en la vida pública como protagonista -de manera independiente del hombre- tanto en lo social como en lo cultural y político. La participación de la mujer como ciudadana, asalariada, política e intelectual, marca un salto de la vida privada al escenario público, ganando lugares a los que sólo podía acceder antes, secundando a los hombres. Fue, finalmente, el tiempo del nacimiento del feminismo y de movimientos reivindicatorios en todos los ámbitos y todas las esferas sociales.
Antes de entrar de lleno al “Mundo Valeria” y sus propuestas, uno quisiera hablar en voz alta en medio de un país en el que la realidad supera a la fantasía (frase que ya suena a verdad de Perogrullo), donde el periodismo le gana en dividendos a la literatura, por el simple hecho de reproducir sucesos que exceden la imaginería popular. También es cierto que los periodistas de este tiempo, en su oficio cotidiano de no opinar, están más acostumbrados a meter las manos en el contaminante tacho de basura, esa que se escribe todos los días. Sin embargo, con desplegar los hechos en una “gacetilla”, no basta a la hora de dar un panorama real. ¿A qué viene esta introducción? Seguramente a la imposibilidad de enfrentar a los periodistas mediocres y recibidores de “sobres”, a los que nunca vas a encontrar en un ejercicio reflexivo.
La candidata aborda primeramente temas relacionados con la pintura social de la ciudad, un retrato de nuestros días. Y dentro de ese espectro, una saga familiar. “Es una frase hecha de todos los postulantes al cargo máximo comunal, decir que las “puertas están abiertas para lo vecinos”. Eso nunca se cumplió y prometo hacerlo realidad. Mi padre Rodolfo Remo fue intendente de General Arenales durante dos períodos (1995-1999 y 1999-2003) y recuerdo que cuando iba a verlo por cualquier tema doméstico con mis 16 años, la sede municipal lucía atestada de gente, esperando ser atendida. Y él hablaba con todos, sin que existiera audiencia previa. Nadie se iba sin una charla, sin una respuesta. Esa es la enseñanza que pondré en juego”, apuntó Arata en el comienzo de la charla.
“Con la canalización del Salado, comenzó a urbanizarse la zona que está detrás del Parque Borchex, pero esa gran transformación privada no tuvo acompañamiento necesario. El Código Urbano exige cambios urgentes. Además, hay otra cosa que me parece curiosa: ¿por qué a días de las elecciones se anuncia el Centro de Actividades Logísticas, planificado hace años?”, analiza la entrevistada.
“Vivimos en una de las mejores ciudades, pero hay mucho por corregir, mucho por hacer. Siempre me pregunto por qué no podemos tener una población más limpia, sin yuyos ni roturas, con veredas uniformes. Por ejemplo, avenida República se transformó en “otro centro” de Junín, pero hacen falta obras para embellecerla totalmente. Precisamente, el tema de la unificación de las veredas es un reclamo cotidiano, sin ninguna acción municipal al respecto”, deslizó Valeria.
Existe una preocupación cada vez mayor por dos cuestiones que no tienen solución: la seguridad y el tránsito. La candidata tiene su opinión: “Nuestro compromiso desde el minuto cero radica en atacar el flagelo de los delitos constantes, con medidas concretas y paralelas: nuevos diagramas de patrullajes, incorporación de más vehículos policiales, poner énfasis en cuidar cada barrio. Nuestra postulante a concejal, Francina Sierra, expresó días atrás que el Centro de Monitoreo era un “reality de accidentes”, apuntando que hay ocho operadores para observar casi 400 cámaras, con lo cual es imposible cumplir con el rol de prevenir delitos. Realidad pura con la que estoy de acuerdo. Vamos a trabajar en este punto, de inmediato, lo mismo que estudiar la forma de aligerar el tránsito, tanto peatonal como vehicular”.
El Concejo Deliberante, un organismo hoy casi intrascendente, también está en su mira: “Pienso que puede ocupar una franja más importante en la vida de la ciudad, con concejales más comprometidos con la realidad de la gente. Eso voy a impulsar, sin dudar, desde el inicio de la gestión”.
“Tenemos un equipo con el que desde hace mucho tiempo venimos recorriendo cada calle, cada barrio, cada pueblo del distrito. Escuchamos a los vecinos y las quejas son casi siempre las mismas, inclinándose por la salud, la seguridad y la vivienda. Pero también trabajamos en pos del desarrollo económico de Junín, ya que nuestra ambición es generar o recibir inversiones realmente genuinas y productivas, aportando infraestructura, funcionalidad, con respuestas verificables para todos los sectores”, subraya una Valeria Arata segura, ágil, que sabe demorarse en la respuesta cuando es necesario, para arrancar con opiniones de fulgurante coherencia.
“Deseo que cada vecino viva a gusto en su ciudad. Y en eso pondré mis ganas para que se cumpla. Quiero que vivamos con placer, simplemente porque yo también soy vecina y hago lo que cualquiera: voy al súper, salgo a pasear por el centro, voy a mi trabajo, llevo a mi niña al colegio, voy a la cancha… Y también pretendo darle mayor brillo a las hermosas plazas que tenemos en cada rincón del pueblo, con actividades diversas (culturales, musicales, etc.), tanto para niños, como para jóvenes y también para adultos”, dice la postulante a reemplazar a Pablo Petrecca, antes de expresar “que Junín es una de las urbes más lindas de la provincia, aunque hay mucho para corregir, mucho para desarrollar. El distrito en su conjunto tuvo un evidente decaimiento en los últimos años, producto del poco trabajo y una pronunciada desidia en temas concretos. La demorada construcción de la Terminal de Ómnibus es apenas un ejemplo”.
“En la gestión de Mario Meoni se transformó literalmente el barrio del Club Sarmiento. La avenida Arias tomó un protagonismo muy lindo, totalmente distinto. Se asfaltó hasta la calle Martín Fierro, un poco más allá de la avenida La Plata. Sin embargo, en ocho años no se avanzó hasta la Circunvalación, con el objeto de darle otra salida a la ciudad y mejorar los sectores urbanizados que están a su vera”, describió Valeria.
Ocho años es mucho tiempo para cualquier gobierno. Si además se trata de una gestión con poco apego al diálogo, hablamos de una eternidad. “Hace tiempo que escuchamos el hartazgo de los vecinos, en distintos rubros del cansancio. Repito: salud, seguridad, viviendas, presión de agua, arreglo de calles, etc. Y si miramos los caminos rurales, donde sale la producción, el mantenimiento es nulo de toda nulidad. Junín sufre un atraso mayúsculo, eso es más que evidente”, puntualizó Valeria.
