Javier Milei sufrió una severa derrota política de alcance impredecible. El oficialismo tuvo que interrumpir el tratamiento de la ley ómnibus y regresarla a comisión, ante la certeza que iba a perder la votación del capítulo de privatizaciónes.
Quien dio la orden fue el asesor Santiago Caputo, quien en el cuarto intermedio convocado ante la inminencia de la derrota, le ordenó a los jefes de bloques aliados que se retire la ley. LPO había anticipado en exclusiva que en las negociaciones previas, cuando el capítulo de privatizaciones empezó a ser desguazado, Caputo amenazó con retirar la norma.
La decisión coloca al Congreso ante una situación inédita y al Gobierno en un bochorno histórico: la inconmensurable ley se aprobó en general, pero a la hora de votar en particular se retiró del recinto y se regreso a comisión. Los diputados no tenían recuerdo de una situación similar.
Antes de pasar a cuarto intermedio, quien alertó sobre la derrota que se avecinaba fue el diputado Miguel Pichetto, que le pidió a Menem "flexibilidad" para convocar a un cuarto intermedio que evite el papelón. "Les encanta seguir perdiendo, traten de receptar algunas propuestas y ganar, hay que ganar no perder".